domingo, mayo 24

TEOLOGÍA

TEOLOGÍA

A. LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Al estudiar las Sagradas Escrituras es de suma importancia partir del hecho de que se trata de una revelación especial de Dios al hombre.

Tres aspectos importantes se deben tener en cuenta con relación a la doctrina de las Sagradas Escrituras.

a. SU INSPIRACIÓN
b. SU CANONICIDAD
c. SU AUTORIDAD

1. Inspiración de las Sagradas Escrituras:
En 2 de Timoteo 3:16, leemos que “toda la Escritura es inspirada por Dios”.

Los Escritores Sagrados aseguran que ellos escribieron por inspiración de Dios. (Isaías 8.1; Jeremías 2.1; Ezequiel 1.3; 2 Samuel 23.2; 2 Pedro 1.21) hay varios puntos de vista de cómo fue inspirada la Escritura.

El punto de vista escritural es aquel que se conoce como INSPIRACIÓN VERBAL Y PLENARIA, el cual sostiene que Dios dirigió a los escritores humanos en tal forma que, sin destruir su individualidad o estilo literario, su revelación completa fue registrada sin error alguno. Inspiración verbal significa que las mismas palabras fueron inspiradas por Dios. En 2 de Samuel 23:2, David afirma esta posesión “el Espíritu Santo de Jehová ha hablado por mi y su Palabra ha estado en mi lengua”.

Inspiración plenaria significa que el Espíritu Santo de Jehová iluminaba los pensamientos, dejando a los escritores en libertad de expresarlos en su propio lenguaje, y estilo, pero guiándolos de tal manera para que no cayeran en equivocaciones Teológicas.

2. EL CANON DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS:
SE TRATA DEL DERECHO que tienen los libros de la Escritura de estar en el Canon Sagrado. La palabra griega para Canon significa “regla o una vara de medición”.

Según Perdington “El Canon de las Escrituras abarca los 66 libros del Antiguo y Nuevo Testamento, los cuales siendo inspirados por Dios constituyen la regla infalible de la fe y la practica de la iglesia verdaderamente cristiana y del verdadero creyente individual”.

Hay tres formas de determinar el carácter Canónico de los libros de las Escrituras:
a. por el autor
b. por las evidencias externas
c. por las evidencias internas

a) El autor
Cada libro del Antiguo Testamento tiene que haber sido escrito, editado o confirmado por un profeta.

Jesucristo confirmó las Escrituras del Antiguo Testamento y así estableció para siempre el derecho de todos los libros a un lugar en el Canon (Lucas 24:27-44; Juan 5:39).

En el Nuevo Testamento hay unas 263 referencias directas al Antiguo Testamento y unas 350 indirectas.

Para que un libro tenga cabida en el Canon del Nuevo Testamento, tiene que haber sido escrito por un apóstol o haber sido recibido como con Autoridad Divina durante la era apostólica.

Ejemplo: Marcos fue confirmado por el apóstol Pedro.

b) Evidencias externas
Hubo una sorprendente unanimidad entre las iglesias existentes en cuanto al valor histórico y a la autenticidad de los Libros Sagrados.

c) Evidencias internas
El contenido de los libros fue reconocido como Doctrina Sana de acuerdo con la enseñanza apostólica: los libros también poseían un sentido de autenticidad que proviene del testimonio del Espíritu Santo impartido a los verdaderos cristianos (1 Tesalonicenses 2:13; Juan 7:17; Romanos 8:14-16: 1 Corintios 2:6-13).



3. LAS ESCRITURAS COMO AUTORIDAD DIVINA
En asuntos de religión se pueden proponer como cortes o instancias de apelación las siguientes:

a. LA RAZON
b. LA IGLESIA
c. LA ESCRITURA MISMA

A) LA RAZON
Esta fracasa como fuente final de autoridad debido al pecado y por lo tanto es inadecuado e inconstante; la razón tiene importancia desde el punto del análisis y asesoramiento.

B) LA IGLESIA
Tiene su lugar de autoridad pero solo en subordinación a la Palabra de Dios. Fue la Palabra de Dios la que le dio origen a la iglesia.

C) LA ESCRITURA
En relación a la fe y a la practica cristiana, la Palabra de Dios, es la instancia final de apelación – la autoridad de las Sagradas Escrituras es irremplazable (Nehemías 1:1-8; Salmos 19:7-11; 119:1-9; Isaías 8:19,20; Mateo 4:1-11; Marcos 7:1-7; 12:35-38; Lucas 18:31; Juan 12:48; Hechos 15:14-19; Romanos 4:3; 9:17; 10:11; 11:2; 2 Timoteo 3:14-17.

La autoridad Divina del Antiguo Testamento se apoya en el testimonio de Cristo (Lucas 24:27-44). También el Nuevo Testamento descansa sobre la misma base.

B. DIOS
1. LA EXISTENCIA DE DIOS
La Sagradas Escrituras no intentan probar la existencia de Dios sino que lo dan por sentado o lo afirman (Juan 1:1). La Palabra de Dios declara que nadie le ha visto a El, por lo tanto, se provee al ser humano una prueba visible de su existencia (Juan 1:18; 1 Timoteo 1:17; 6:16). Pero Dios ha proporcionado muchas pruebas directas de que EL existe desde la eternidad.

a) El testimonio de LA CREACIÓN. Todas las cosas visibles tuvieron un principio. El mundo no pudo hacerse a sí mismo (Génesis 1; Salmos 19:1-8; y 1 y 3; 100:3; Isaías 40:25,26; Hechos 17:24).

b) El testimonio del HOMBRE
La maravillosa creación del hombre exige que su autor sea una personalidad moral e intelectual.

La conciencia del hombre testifica de una ley que hay dentro de él por naturaleza y donde hay una ley, hay un legislador (Romanos 2:14,15).

c) El testimonio de Jesucristo es prueba de mayor importancia y también de mayor valor.

Jesucristo hizo conocer al PADRE.

Jesucristo se hizo hombre, fue visto y observado. Ver a Jesús es ver al Padre (Juan 1:18; 14:9).

Compare las siguientes citas: Juan 20:30,31; 2 Corintios 4:6; Colosenses 1:15 al 17; 1 Juan 1:1-3).

d) El Testimonio de la Palabra de Dios:
En la Escritura se afirma que todo su contenido es revelado por Dios invisible, y como hemos visto en el estudio anterior sobre las Sagradas Escrituras, hay evidencias que demuestran el origen Divino de la Escritura. Seríamos necios si no creyéramos en la existencia de Dios.

2. LA NATURALEZA DE DIOS
¿Cómo es Dios?
Esta pregunta se hace con mucha frecuencia pero difícilmente se puede contestar, por que como ya se ha dicho nadie ha visto a Dios, el no es visible al ojo humano por lo tanto, el hombre solo podrá obtener un conocimiento parcial de Dios, pero sí podemos entender algo con respecto a su NATURALEZA Y CARÁCTER. En particular, podemos considerar cuatro (4) aspectos acerca de su naturaleza.



a). Dios es Espíritu:
Esto significa que es invisible y por lo tanto no tiene cuerpo, no es de carne y hueso (Juan 4:24).

b). Dios es persona:
Tiene personalidad, esto significa que tiene inteligencia, mente, voluntad, razón, conciencia propia.

El Dios que nos presenta la Escritura posee todos los rasgos de personalidad (Génesis 1:26,27; Éxodo 3:14; Salmos 33:5; 103:8-13; 115:3; Proverbios 15:3; Isaías 40:15-17; 46:10,11; Jeremías 29:11; Daniel 4:35; Mateo 19:26; Hechos 15:18; Efesios 1:1; Romanos 13:33,34; Hebreos 4:13; 12:29; Santiago 5:11).

C y d). Dios Unidad y Dios es Trinidad
Tenemos entonces, que Dios en verdad es:
Espíritu invisible e incorpóreo, persona, superior a la imaginación humana, otorgador de vida y supremamente poderoso. ¡Aleluya!

3. LOS ATRIBUTOS DE DIOS
Atributo es una cualidad o característica especial y permanente que lo distingue perfectamente.

Vamos a considerar los atributos de Dios en dos clases: naturales y morales.

Atributos naturales son aquellas cualidades que no incluyen inmediatamente la idea de acción moral, siendo independiente de la voluntad.

Atributos morales son los que dan valor a todas sus perfecciones implicando el ejercicio de la voluntad (Binney-Steele).

Atributos Naturales:
Dios es OMNISCIENTE: EL conoce todas las cosas (Salmos 139:3; 147:4-5; Oseas 5:3; 1 Corintios 2:16; Hebreos 4:13).

Dios es OMNIPRESENTE: Esta presente en todas partes al mismo tiempo (1Reyes 8:27; Salmos 139:7-10; Jeremías 23:23,24; Mateo 28:20; Hechos 7:48,49; Efesios 1:23; Hebreos 13:15).
Dios es ETERNO: Tiene existencia pasada y futura interminable (Deuteronomio 33:27; Salmo 90:1,2; 93:2; 102:24-27; Isaías 44:6; 57:15; 1 Timoteo 1:17; Hebreos 1:12; Apocalipsis 1:4-8)

DIOS ES INMUTABLE: El no cambia. Es eternamente el mismo (Malaquías 3:6; Ezequiel 18:20-30; Éxodo 32:14; Santiago 1:17).

Atributos Morales:
Santidad:
Dios es libre de pecado, de contaminación (Éxodo 15:11; Josue 24:19; Salmo 22:3; 111:9; Isaías 6:3, Santiago 1:13; 1 Pedro 1:15-16).

Justicia:
Dios es verdad, sin ninguna iniquidad, es justo y recto (Deuteronomio 34:4; Nehemías 9:7, 8, 13; Isaías 45:21; Job 34:12; Romanos 1:18; Efesios 4:32; Colosenses 2:13; Apocalipsis 15:3).

Gracia:
Favor de Dios inmerecido (Juan 1:17; Tito 2:11; Hebreos 2:9; 1 Pedro 5:10).

Amor:
Dios dando amor y deseando dar amor (Juan 3:16; 4:8-9; Efesios 2:4-5).

Bondad:
Disposición de Dios de impartir felicidad (Éxodo 34:5; Salmos 33:5; 52:1; 107:8; 119:68; 145:7-9; Mateo 19:17; Santiago 1:17).

Verdad:
Veracidad, perfección (Éxodo 34:6; Números 23:19; Deuteronomio 32:4; Salmos 100:5; 146:6; Isaías 25:1; Tito 1:1-2; 2 Timoteo 2:13; Apocalipsis 15:3).

4. LOS NOMBRES DE DIOS
En la Escritura los nombres personales tienen un significado especial. De igual manera los nombres de Dios que aparecen en la escritura revelan algo acerca de las revelaciones que El tenía y tiene con sus creaturas, y aun más denotan diferentes aspectos de su carácter.
Hay nueve nombres principales de Dios los cuales se pueden considerar en tres grupos:

1er Grupo:
Dios en hebreo es EL, ELAH y ELOHIM, el significado Fuerte ELAH que quiere decir ligarse por un juramento, dando a entender fidelidad. ELOIM es un sustantivo plural con significado singular (Génesis 1:11-27; 3:22).

JEHOVÁ, la forma hebrea es YAHVÉ/YAVÉ, y su significado más probable es: el existente, eterno, absoluto e inmutable (Génesis 2:4; 4:16; Éxodo: 3:10-17).

SEÑOR, en hebreo es ADON, o ADONAY, que significa Señor, Esposo o maestro (Génesis 24:9, 10,12; 18:12).

2do Grupo
Dios todo poderoso, EL SHADDAI, significa el todo suficiente, el todo poderoso, el sustentador (Génesis 17:1; 49:25; Salmo 22:9; Isaías 28:9; Ezequiel 16:7).

Dios Altísimo, ELELYON, significa el Dios alto poseedor de los cielos y la tierra. Parece que el uso de este nombre tenga que ver con las naciones gentiles (Génesis 14:17-24; Deuteronomio 32:8; Daniel 3:26; Isaías 14:13-14).

Dios eterno ELOLAM, expresa duración eterna y también encierra la idea de secreto, reserva, soledad, el Dios eterno tiene relación con el tiempo y con las cosas eternas (Génesis 21:33; Salmos 90:2).

3er Grupo
Jehová Dios, Este nombre se usa al hablar de la relación de Dios con el hombre como Creador, Maestro, Gobernador, Redentor; también se usa cuando se refiere a la relación de Dios con el pueblo de Israel (Génesis 2:4; 3:14-19; 3:8-15; 24:7; Deuteronomio 12:1).

Señor Jehová: este nombre compuesto da énfasis sobre el señorío de Dios (Génesis 15:1-8; Deuteronomio 3:24; 9:26; Josue 7:7).

Jehová de los Ejércitos: se usa con referencia especial a la guerra y al servicio (1 Samuel 1:3; Salmos 24:10; 46; 7-11).

B. DIOS
5. LA TRINIDAD
La Palabra Trinidad no se encuentra en la Escritura, sin embargo ella resume lo que la Escritura enseña con respecto de Dios como ser.

No se sabe el origen del termino TRINIDAD pero todo parece indicar que fue Teofilo, obispo de Antioquia (168-183 d.C.) el primero en usarlo.

El término fue utilizado para preservar la verdad con respecto al ser de Dios, contra las herejías. “la Trinidad de Dios” es su existencia tri - personal, como Padre, como Hijo, y como Espíritu Santo (Pardintong).

La doctrina de la TRINIDAD encierra dos elementos: la unidad de Dios – la distinción de las tres personas en la Deidad. Que Dios es uno está claramente enseñado en la Palabra. Leemos en Deuteronomio 8:4 lo siguiente: “oye Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová, es uno”.

También en 2 Timoteo 2:5 encontramos: “hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.

Lea además, las siguientes citas: Marcos 12:29; Romanos 3:30; Santiago 2:19; sin embargo, esta unidad no excluye la TRINIDAD, ósea el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son tres personas distintas, no son modos de aparición que Dios usa en su relación con el ser humano.

La TRINIDAD es un misterio que va más allá de nuestra comprensión y debemos aceptarlo por fe. Las Sagradas Escrituras nos dan suficiente comprensión al respecto, con pruebas concluyentes y satisfactorias.

a. El nombre plural ELOHIM (Dios) con el verbo singular creó (Génesis 1.1).

b. La expresión “hagamos” (plural) al hombre a nuestra imagen (singular) (Génesis 26:26), también encontramos esta expresión plural en Génesis 11:7 y en Isaías 6.8.

c. La bendición sacerdotal en Números 6.24-27.

d. La triple alabanza en Isaías 6:3; Apocalipsis 8:4.

e. La formula bautismal en Mateo 28:19.

f. La bendición apostólica en 2 Corintios 13.14.

Como ya se ha dicho la TRINIDAD es un asunto de revelación y es un profundo misterio. Estamos de acuerdo con el Dr. Farr. Cuando dijo: “Toda tentativa de representarla es vana y si bien es cierto que a veces las ilustraciones son útiles para vencer las objeciones, al mismo tiempo no conviene llevarlas muy lejos”.

A continuación se incluyen algunas ilustraciones que pueden ser de utilidad.

i. La yema, la clara y la cáscara conforman el huevo.

ii. El átomo tiene tres componentes: protón (positivo), electrón (negativo) y neutrón (neutro).

iii. El hombre esta compuesto de alma, espíritu y cuerpo.

iv. el agua se da en tres formas: liquida, sólida y gaseosa.

v. En la naturaleza se dan tres dimensiones: ancho, alto y largo. De manera que tenemos un Dios manifestado en tres personas:

El Padre: es Dios absoluto (Juan 1.1; 17:3; Efesios 1:9-11; 1 Tesalonicenses 1.9).

El Hijo es el “engendrado” y la imagen de Dios, “es igual a Dios” (Juan 1.14-18; Colosenses 1.15; Hebreos 1:2, 3).

El Espíritu Santo: El “Procede” y sigue “procediendo” es el principio del “conocimiento”. Es el “Espíritu de Dios” (Juan 15:26; 1 Corintios 2:10,11; Romanos 8.9; Mateo 10:20).

6. LAS OBRAS DE DIOS

Las obras de Dios incluyen la CREACIÓN – LA PRESERVACION – LA PROVIDENCIA Y LA REDENCIÓN.

Así como el arquitecto tiene un plano para su obra, Dios también tiene un plano eterno para sus obras, que se llama los DECRETOS DE DIOS.

Estos decretos de Dios abarcan su eterno propósito, el cual se desarrolla a través del tiempo (diferentes siglos o edades) (Romanos 8:28; Efesios 1:11; 3:9-11).

Los Decretos Divinos están en armonía con la presciencia, con la Sabiduría, con la inmutabilidad y con la benevolencia de Dios.

Un universo sin decretos sería irracional; algo como un carro por la carretera, sin luces, sin chofer y sin ninguna seguridad.

La Palabra de Dios enseña que todas las cosas grandes y pequeñas, están dentro de los DECRETOS DIVINOS (Isaías 14:26, 27; 46: 10,11; Daniel 4: 35; Efesios 1:11).

Además, hay resultados prácticos en la doctrina de los Decretos Divinos. Dios inspira humildad ante la soberanía de Dios, da confianza en Dios que hace todas las cosas para bien del que le ama (Romanos 8:28). Amonesta al pecador mientras que lo invita a buscar la paz con Dios.

LOS DECRETOS DE DIOS
Incluyen las siguientes obras, las cuales se considerarán separadamente:

a. LA CREACIÓN:
El testimonio de la Palabra de Dios es que el Dios Trino hizo el universo sin emplear materia eterna. Todo ha sido creado por EL. La creación fue por mandato absoluto de Dios.
El relato de la creación en Génesis 1:2, es sencillo y es comprensible para todos los hombres de todas las etapas de la historia humana. Además, describe la completa verdad de la creación en unas pocas palabras. La creación de Dios surgió de la nada por el poder de su Palabra (Génesis 1:1; Salmos 33:6-9; Hebreos 11:3). Dios llevó a cabo la creación sin intervención de otra criatura (Job 38:4; Isaías 44:24).

No es que le fuera necesario a Dios crear el mundo, si no que fue un acto de libre y soberana voluntad (Proverbios 16:4; Hechos 17:25; Apocalipsis 4:11).

La Escritura no se esfuerza por explicar como Dios lleva acabo su obra creadora. La Palabra de Dios solo indica que ocurrió por intermedio de una doble agencia: La Palabra, El verbo y el Espíritu.

EN LA CREACION y en cada OBRA DE DIOS existe la cooperación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

De modo que en la creación el Padre concibe, el Hijo ejecuta y el Espíritu Santo lleva a la perfección (Génesis 1:1,2; Juan 1:1-3; Hebreos 1:2; 11:3; 1 Corintios 8:6; Efesios 3:9; Colosenses 1:16; Job 26:13).

Hay siete esferas de la creación
1. Huestes Angélicas (Colosenses 1:16).
2. Universo Material (Génesis 1) los días 1, 2 y 4.
3. Vegetación, (Génesis 1) día 3.
4. Peces (Génesis 1) día 5.
5. Aves (Génesis 1) día 5.
6. Otros animales (Génesis 1) día 6.
7. Hombre (Génesis 1) día 6.

b. LA PRESERVACIÓN:
La preservación tiene que ver con la continuidad de las cosas que fueron creadas.

Dios mantiene en existencia las cosas que el creó, con las propiedades y poderes con que los dotó.

Lea las siguientes citas escritúrales las cuales revelan la obra de preservación (Salmo 105; Nehemías 9:6; Salmos 36:6; 145:20; Hechos 17:28; Colosenses 1:17; Hebreos 1:2,3).

c. LA PROVIDENCIA
“Providencia” es aquella ayuda permanente de Dios por la cual el hace que todos los acontecimientos del universo, tanto en lo físico (la naturaleza) como en lo moral (la humanidad) cumplen el designio para el cual Dios los creó (Strong).

Mientras que la creación tiene que ver con el principio de las cosas y la preservación con su continuidad, la providencia se refiere a su desarrollo y función. La Palabra de Dios da pruebas de una providencia general de todas las cosas. La providencia de Dios esta dirigida por el Dios trino, omnipresente, omnisciente, omnipotente y esta desarrollada mediante el uso de todos sus atributos: santidad, justicia, misericordia, amor y verdad.

A continuación se incluyen algunas citas sobre la providencia de Dios. Sobre el universo en general (Salmos 103:19; Daniel 4:35; Efesios 1). Sobre la creación animal (Salmos 104:21-28; Mateo 6:26; 10:29).
Sobre los asuntos de las naciones (Job 12:23; Hechos 17:26; Salmos 22:28; 66:7) sobre el nacimiento y situación del hombre (1 Samuel 16:1; Salmos 139:16; Isaías 45:1,13; Gálatas 1:15,16), sobre los éxitos o fracasos exteriores de los hombres (Salmos 75:6,7; Lucas 1:50-53), sobre la protección de los justos (Salmos 4:8; 5:12; 63:8; 91:3; Romanos 8:28), sobre la provisión de las necesidades del pueblo de Dios (Génesis 22:8-14; Daniel 8:3; Filipenses 4:19), sobre la respuesta a la oración (Salmos 68:10; Isaías 64:4; Mateo 6:8,32,33), sobre la manifestación y castigo de los malos (Salmos 7:12,13;11:6; 2 Pedro 2:9; Apocalipsis 20:11-15).

JESUCRISTO
“Jesucristo es el señor para la gloria de Dios Padre”, “el Señor Jesucristo es en realidad el único Dios en todos los tiempos”. Que Jesucristo es verdaderamente Dios y Hombre Perfecto, es un misterio superior a nuestra comprensión pero revelado a nosotros en las Sagradas Escrituras. Solamente por Cristo, como Dios y Hombre, podemos obtener la salvación.

1. LA DEIDAD DE JESUCRISTO: El hecho de que Jesús es Dios, se expresa claramente en las Sagradas Escrituras de las siguientes maneras:

a. El uso de nombres Divinos. En Juan 1:1, leemos: “en el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios”. También en Juan 20:28, aparece: “Señor mío y Dios mío”; Hebreos 1:8 dice: “OH Dios y Señor” y en 1 Juan 5:20 se: lee “este es el verdadero Dios”; el mismo Jesucristo dijo: “el que me ha visto, ha visto al Padre” Juan 14:9; Romanos 1:4; 9:5; 2 Tesalonicenses 1:12; 1 Timoteo 3:16; Tito 2:13).

b. la adoración que se le atribuye en mateo 4:10, Jesús mismo reprendió a Satanás cuando le dijo: “al Señor tu Dios adoraras y a El solo servirás”; el propósito de Dios es que todos los hombres adoren al Hijo, esto lo encontramos con claridad en la epístola a los Filipenses 2:9-11, Jesucristo también acepto esta adoración cuando vivió como hombre (Mateo 14:33; 28:8,9 Lucas 5:8; 24:52; Juan 20:28).

c. Sus facultades Divinas. Omnipresencia (Mateo 28:20; Juan 3:13; Hebreos 13:5,6; Omnisciencia (Marcos 11:24; Juan 11:11-14; Colosenses 2:2,3. Justicia (Hebreos 1:8; 1 Corintios 1:30; 1 Pedro 3:18; 1 Juan 2:1). Eternidad (Juan 1:1; Colosenses 1:16,17). Inmutabilidad (Hebreos 13:8).

d. funciones que desempeña la Deidad de Jesucristo también se ve en las funciones que desempeña como son: Creador, Sustentador, Perdonador del pecador, dador de vida eterna, resucitador de muertos y Juez.

e. Igualdad con el Padre: Jesús está en el mismo plan de igualdad con el Padre, este hecho es evidente en la formula bautismal (Mateo 28:19) y en su propia declaración (Juan 5:26; 10:30-33; Filipense 2:5-8).

2. LA ENCARNACION DE JESUCRISTO: Jesucristo no solo es Dios, la segunda persona de “Trinidad”, si no que se hizo hombre, tal como nosotros, con el fin de redimirnos del pecado; QUE VERDAD TAN GLORIOSA Y MARAVILLOSA”.

En Filipenses 2:6, se nos dice “el cual siendo en forma de Dios no escatimo el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, si no que se despojó de si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz”.

Es importante que nos fijemos en su humanidad, esto es que Cristo fue verdaderamente humano lo cual se indica en:

a. Su naturaleza humana:
Jesucristo entró en la raza humana naciendo de la virgen María pero sin padre humano (Mateo 1:20-23).

El nacimiento virginal fue necesario, primeramente para que se cumplieran las Escrituras (Isaías 7:14; Mateo 1:20-23). Y en segundo lugar, para que tuviera naturaleza humana sin pecado (Salmo 51:5; Lucas 1:30-35; Hebreos 4:15).

Su naturaleza humana también es evidente en Hebreos 2:14, donde dice así: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”.

Pero en el caso de Jesús, no incluía el pecado, ya que éste forma parte de la naturaleza humana desde la caída (Juan 14:30; 1 Juan 3:5).

b. Su crecimiento:
Jesús tuvo un crecimiento normal como humano.

Esto nos aclara Lucas en su evangelio cuando dice: “El niño crecía y se fortalecía y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él”, y hablando de Jesús de la edad de doce años en adelante, dice el evangelista: “Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”.

c. Su apariencia humana:
Si fuera así, la mujer samaritana no le hubiera preguntado: “¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Aquí ésta mujer vio a Jesús como un ser humano de raza judía. En Filipenses 2, también se habla de Jesús como un ser humano semejante a nosotros.



d. Sus limitaciones humanas:
También eran evidentes en el cuerpo humano de nuestro Señor, sufrió hambre, tuvo sed, se cansó, lloró, se airó (Mateo 4:2; Juan 19:28; 4:6; 11:35).

En Hebreos 4:15 vemos que Jesús pudo compadecerse de nosotros por que el fue tentado en todo según nuestra semejanza pero sin cometer pecado.

e. Otras razones:
Jesucristo se llamó así mismo “Hijo de hombre” más de ochenta veces en los evangelios, probando así su humanidad. También en Hechos Pedro se refiere a Jesús como hombre: “Jesús Nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros por medio de El”.

CONCLUSIONES:
La deidad de Cristo nos habla de su gran amor. Dios vino a redimir al hombre muerto en pecado. (2 Corintios 5:19). Cristo es digno de nuestra adoración (Filipenses 2:9,10). Es de importancia para la fe cristiana el hecho de que Cristo, el Hijo de Dios halla venido “en carne” (1 Juan 4:2; 2:79).

Este Cristo “verdaderamente Dios y verdaderamente hombre” es un misterio (1 Timoteo 3:16), superior a nuestra comprensión, pero nos induce a admirar la sabiduría y la bondad de Dios.

Jesucristo tenía que ser uno de la raza humana para poder presentar a los pecadores en su obra redentora.

Era necesario que fuera verdadero hombre, no solo con sus propiedades esenciales cuerpo y alma, si no con todas las dolencias a las que esta expuesto el hombre desde la caída.

Era necesario que tuviera conocimiento experimental de las miserias del hombre (de la humanidad) y que hubiera entrado en tentaciones como las del hombre, y que las hubiera superado, pues así sería el mediador verdaderamente humano (Hebreos 2:17,18; 4:15; 5:2).

Así también podría ser el ejemplo para nosotros sus seguidores (Mateo 11:29; Marcos 10:29; Juan 13:13-15; Filipenses 2:5-8; Hebreos 12:24; 1 Pedro 2:21).
Al mismo tiempo era necesario que fuera hombre sin pecado, por que alguien con pecado tendría que pagar primero la pena, por su propio pecado. (Hebreos 7:28).

Era igualmente necesario que fuera verdaderamente Dios a fin de poder liberar a otros de la maldición de la Ley y poder aplicar los frutos de su obra redentora (Salmos 49:7, 10; 130:3).

3. LAS OBRAS DE JESUCRISTO
En el último estudio consideramos la persona de Jesucristo, ósea, quien es El. En la presente entrega, estaremos viendo las obras de Jesucristo como Profeta, Sacerdote y Rey. También consideraremos su obra expiatoria.

a. Jesucristo como Profeta
El Antiguo Testamento predice la venida de Cristo como un Profeta, en Deuteronomio 18: 15-18 y esto es aplicado en Hechos 3:22, 23; El habla de si mismo como un profeta en Lucas 13:33. Dice también, traer un mensaje del Padre (Juan 8:26-28; 12:49,50; 14:10,24). Predice cosas futuras (Mateo 24:3,35; Lucas 19:41-44), con razón que el pueblo lo reconociera como un profeta (Mateo 21:11; Lucas 7:16; 4:19; 9:17).

La obra profética de Cristo no está limitada al tiempo de su vida terrenal, sino que se manifestó como profeta en el Antiguo Testamento como el Ángel del Señor y a través de los profetas (1 Pedro 1:11; 3:18-20).

Mientras que estuvo aquí en la tierra se desempeñó como profeta mediante sus enseñanzas y señales.

Su obra profética continúa por medio del Espíritu Santo, por medio de las enseñanzas de los apóstoles (Juan 14:26; 16:12-14; Hechos 1:1) y también a través de la Palabra de Dios.

Al estar sentado a la diestra del Padre, siempre activo, nos muestra que aun continúa en su ministerio como profeta. Gloria a EL.

b. Jesucristo como Sacerdote
En el Antiguo Testamento hay claras referencias respecto al sacerdocio de Jesucristo. Las citas siguientes: Salmos 110:4; Zacarías 6:13; e Isaías 53.

En el Nuevo Testamento solo hay un libro que se refiere a Cristo como Sacerdote, Hebreos. Allí se nombra repetidamente. Véanse las siguientes citas: 3:7; 4:14; 5:5; 6:20; 7:26 y 8:1; pero encontramos que en otros libros del Nuevo Testamento se hace referencia a la obra sacerdotal de Jesucristo, Marcos 10:45; Juan 1:29; Romanos 3:24, 25; 1 Corintios 5:7; Efesios 5:2; 1 Juan 2:2; 4:10; 1 Pedro 2:24; 3:18.

En Hebreos 5:1 encontramos claramente las características de un sacerdote: tomado de entre los hombres para ser su representante (designado por Dios, verso 3). Actúa en beneficio de los hombres en las cosas que conciernen a Dios (verso 1). Presenta ofrendas y sacrificios por los pecados. Efectúa la intercesión por el pecado. La obra de Cristo fue ante un sacrificio por el pecado, y lo peculiar del caso es que Cristo, siendo el Sacerdote al mismo tiempo fue el sacrificio. La obra sacerdotal de Cristo no se limita a la presentación de un sacrificio sino a interceder por su pueblo.

Uno que nos defiende ante el Padre y está en contra de Satanás (Zacarías 3:1; Hebreos 7:25; 1 Juan 2:1; Apocalipsis 12:10).

c. Jesucristo como Rey
Cristo como hijo de Dios comparte el dominio sobre todas las criaturas.

Distinguimos un doble reinado de Cristo, como mediador, su reinado espiritual sobre la iglesia y su reinado sobre el universo. Su reinado espiritual es sobre su pueblo. Es gobernar su iglesia estableciéndose en los corazones y en las vidas de los que creen en El.

Este reinado es ejercido al reunir, gobernar, proteger y perfeccionar su iglesia.

El reinado espiritual de Cristo es presente y futuro: lea las citas siguientes: Salmos 2:6,7; Hebreos 1:8,9; Isaías 9:6,7; Mateo 5:2; Lucas 1:33; 19:27,38; Juan 18:36,37; Hechos 2:30-36). En cuanto a su reinado sobre el universo, es un reinado dado a Cristo como mediador en nombre de su iglesia – como rey del universo – el ahora guía los destinos de los individuos, de tal manera que promueve el crecimiento, la purificación final del pueblo que El ha redimido con su sangre (Mateo 28:18; Efesios 1:20-22; 1 Corintios 15:27).

Este reinado durará hasta que la victoria sobre los enemigos del reino sea total (1 Corintios 15:24-28).

Cuando sea logrado el objetivo, será devuelto al Padre.

d. La obra expiatoria de Cristo.

A. necesidad de la obra expiatoria de Cristo.
1. La Santidad de Dios fue ultrajada a causa del pecado y por lo tanto, exigía satisfacción por medio del castigo.

2. La Ley de Dios fue violada por el pecado y esto exigía que la pena de muerte fuese impuesta.

3. La Conciencia contaminada del pecador sólo puede ser tranquilizada por medio del castigo (el castigo del mismo pecador) o de su sustituto. La paz y el descanso no pueden venir al corazón culpable mientras que la conciencia no este en paz con Dios (Hebreos 10:1-8).

4. El pecador.
A. Consecuencia del pecado. El hombre quedo sin poder, ni esperanza para ayudarse a si mismo. Es por esta razón que el “Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10; Efesios 2:12).

B. Tipos de expiación.
Las Escrituras exponen claramente el hecho de la expiación, el Antiguo Testamento esta lleno de Tipos de expiación. Veamos algunos de estos tipos:

1. Las Túnicas de Piel (Génesis 3:21).
2. El Cordero de Abel (Génesis 4:4).
3. Los Sacrificios bajo la Ley en el pueblo de Israel (Levíticos 1:1-7).
4. El Sacrificio de Isaac (Génesis 22).
5. Cordero Pascual (Éxodo 12).

C. Las predicciones de la expiación. En el Antiguo Testamento varias veces se predijo la obra expiatoria.

i. La Simiente de la mujer (Génesis 3:15).
ii. La Ofrenda por el pecado (Salmo 22).
iii. El Sustituto (Isaías 53).
iv. El Mesías Muerto (Daniel 9:26).
v. El pastor Herido (Zacarías 13:6,7).

D. Términos que atestiguan la expiación. Hay cinco términos en las Escrituras que atestiguan el hecho de la expiación:

1. “KAPHAR”, palabra hebrea que quiere decir cubrir es decir perdonar. (Éxodo 30:10; Salmos 32:1).

2. RECONCILIACIÓN: La palabra griega para reconciliación literalmente significa intercambio a la manera como se cambian monedas de un mismo valor total.

También se refiere al acto de ajustar una diferencia. La enemistad entre Dios y el hombre ha sido destruida y se ha restaurado la amistad en base a la cruz de Cristo (Romanos 5:11; 11:15; 2 Corintio 5:18, 19).

3. PROPICIACIÓN:
En la traducción para los sustantivos griegos que literalmente significa “aplacar”, “expiar”, o “apaciguar”, pero la palabra propiciación viene del latín y quiere decir “aquello o que predispone a una persona a favor de otra”.

Así, la muerte de Cristo es el fundamento por el cual Dios puede mirar con favor y amistad al pecador (Romanos 3:35; 1 Juan 2:2; 4:10; Hebreos 2:13).

4. REDENCION
La traducción de los sustantivos griego para la palabra “redención” es la de “liberación” de la esclavitud, cautiverio o muerte por el pago de cierto precio, o sea rescate. Cristo es el precio que nos libra del pecado y de la muerte (Lucas 1:68; 2:38; 1 Corintios 1:30; Efesios 1:7-14; 4:30; Colosenses 1:14; Hebreos 9:12-15).

5. SUSTITUCION
En la Escritura no encontramos la palabra sustitución pero si es una idea escritural, significa el hecho de sustituir una persona o cosa, por otra. De esta manera, Cristo tomo el lugar del pecador y murió sufriendo una pena del pecado que el pecador merecía. Este es el significado del macho cabrío (Levíticos 16). También es enseñanza de las siguientes citas:

Isaías 55:6; Mateo 20:28; Marcos 10:45; 2 Corintios 5:21; Gálatas 2:20; 3:13-18.

En los puntos anteriores radica la importancia de entender y creer estas verdades ya que ellas nos permiten poder gozarnos de la paz y la comunión con Dios.

No hay cosa más maravillosa que estar en paz con nuestro Dios y Rey, Jesús dijo: “la paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da”. ¿Tienes tú esta paz? Esperamos que si y oramos para que tu halles una gran bendición en este estudio, amen.

E. EL ESPÍRITU SANTO
Son muchos los cristianos que no conocen bien lo que la Palabra de Dios enseña con respecto al Espíritu Santo, y como resultado están perdiendo muchas bendiciones. Esperamos que al terminar este estudio sobre el Espíritu Santo, los lectores sabrán aprovechar las bendiciones que Dios tiene para ellos. El estudio y comprensión del Espíritu Santo se puede adelantar bajo los siguientes puntos:

1. La personalidad del Espíritu Santo
2. La Deidad del Espíritu Santo
3. La Obra del Espíritu Santo

a) Razones Escritúrales que prueban la personalidad:

i. Uso de pronombres personales: “Cuando EL venga” (Juan 16:8).

ii. Es mencionado como persona: “Consolador y Abogado” (Juan 14:16, 26; 15:26 y 16:7).

iii. Se le atribuyen características personales: conocimiento (1 Corintios 2:9-11). Voluntad (1 Corintios 12:11). Mente (Romanos 8:27).

iv. Se le atribuyen acciones personales: “El enseña” (Juan 14:26); “El intercede” (Romanos 8:26); “El llama” (Hechos 13:2), “El dirige” (Hechos 16:6,7; “El da poder” (Romanos 15:19).

v. La Palabra revela el trato personal al Espíritu Santo: puede ser apagado, contristado, se le puede mentir, los hombres pueden tentarlo, puede ser resistido, insultado y aun blasfemado (1 Tesalonicenses 5:19; Efesios 4:30; Hechos 5:3,9; Hebreos 10:29; Mateo 12:31,32).

b. Argumentos que ponen en tela de juicio la personalidad del Espíritu Santo:

La personalidad del Espíritu Santo ha sido puesta en tela de juicio por las siguientes razones:

i. Muchas veces es mencionado con referencia de poder u influencia (Hechos 1:8).

ii. Las figuras o símbolos con que se representa, las cuales son impersonales, “viento” (Juan 3:8); “Agua” (Juan 7:37-39), “fuego” (Hechos 2:1-7; 1:4). Siempre va asociado con el Padre y el Hijo. Esto ocurre en muchos saludos de las cartas (1 Tesalonicenses 1:1).

iii. El uso de la palabra “pneuma”. La palabra griega “pneuma” traducida por espíritu, es neutro y a veces es traducida de un modo impersonal (Romanos 8:16-26).

A pesar de los anteriores argumentos, los verdaderos cristianos nunca podemos olvidar que el Espíritu Santo es una persona real y verdadera, y por lo tanto tenemos que reconocerlo y tratarlo como tal.

2. LA DEIDAD DEL ESPIRITU SANTO
El Espíritu Santo forma parte de la Divinidad, y así como lo hacen el Padre y el Hijo. En otras palabras el Espíritu Santo es Dios.

Considerémoslo bajo cinco afirmaciones:
a. Nombres divinos dados al Espíritu Santo:
Por ejemplo: en relación con Ananías y Safira, se llama Dios (Hechos 5:3,4). También se le nombra como Dios en 1 Corintios 3:16.

b. Se le otorga atributos divinos.
Es eterno, omnipotente, omnisciente y omnipresente. Tiene sabiduría, bondad, creación, inspiración y resurrección (Hebreos 9:14; Salmos 139:7; 1 Corintios 3:16; 2:10; 12:4-11; Efesios 1:17; Salmos 143:10; Job 33:4; Romanos 8:11; 1 Pedro 3:18).
c. Se le identifica con Dios. Esto se nota con claridad cuando ciertos pasajes del Antiguo Testamento son citados en el Nuevo, aplicándole al Espíritu Santo atributos que son de Dios (Isaías 8:10; Hechos 28:25,26).

d. Esta ligado a las otras personas de la Divinidad. En la formula bautismal (Mateo 28:19).

e. También ésta asociación se encuentra en las siguientes citas: Isaías 63:7-16; 1 Corintios 12:4-6; 2 Corintios 13:14; Efesios 2:18; Hebreos 9:14.

3. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

La obra del Espíritu Santo se puede considerar en cinco áreas:

a) En la creación:
En la Palabra de Dios se le atribuye participación a cada miembro de la Trinidad. En la obra de creación se manifiesta que tres fuerzas están obrando; una fuerza causante que procede del Padre; una fuerza constructiva que procede del Hijo, y una fuerza que perfecciona que procede del Espíritu Santo (Gn 1:1; Col 1:16; He 11:3; Sal 33:6).

b) El Espíritu Santo en Cristo
El Espíritu Santo cumplió una especial misión en relación con Cristo.
i. Predijo su venida (1P 1:10-12).
ii. Predijo su nacimiento (Mt. 1:20; Lc. 1:35).
iii. Anunció el comienzo de su ministerio (Mt.3:16;17; Mr1:9; Lc.3:21,22;4:16-22; Jn 1:31-34).
iv. Le guió al desierto para ser tentado (Mt.1:1-11).
v. Lo acompañó en su ministerio (Mt. 12:28; Lc. 4:16-22).
vi. Lo impulsó al sacrificio (He. 9:14).
vii. En su resurrección (Ro. 1:4; 8:11; 1 Tim.3:16).

c) El Espíritu Santo en las Escrituras
i. Revelación (Ex.20:1-12; Ap.1:1-12).
ii. Inspiración (2 S. 23:1,2; Jn. 14:26; 15:26).
iii. Iluminación (1 Co. 2:10-12; Ef. 1:17,18).

Por revelación se entiende dar a conocer verdades que la mente humana jamás podría describir.

La inspiración es la transmisión de las verdades a la mente humana.

La iluminación es la comprensión de las verdades reveladas.

d) El Espíritu Santo en el mundo
Su ministerio es triple:
i. Restringe el desarrollo del mal (2 Ts. 2:7).
ii. Convence de pecado, de justicia y de juicio (Jn. 16:8-11).
iii. Da testimonio a la verdad de Dios (Jn. 15:26-27; Hch. 5:30-32).

e) El Espíritu Santo en el verdadero cristiano
El Espíritu Santo influye en el cristiano de la siguiente manera:
i. Convence de pecado, para que se pueda arrepentir (Jn. 16:7,8).

ii. Regenera (Tit. 3:5; Jn. 3:6).

iii. Sella (Ef. 1:13,14; 2 Co. 1:21,22; 5:5; Ef. 4:30).

iv. Bautiza, en el cuerpo de Cristo (1 Co. 12:13), pero Jesucristo nos bautiza en y con el Espíritu Santo, y eso es la “súper abundancia del Espíritu de Dios” dentro y fuera del cristiano. Es el cumplimiento de la promesa del Padre (Hch. 1:5; 2:1-4; 10:43-47; 11:15-17).

v. Mora en el cristiano. Cuando andamos, pensamos y actuamos en el Espíritu, se debe a que el Mora en nosotros.

vi. Nos llena. El Espíritu santo llega a llenarnos y nos controla (Ef. 5:18; Hch. 2:1-4; 4:31).

vii. Reparte dones espirituales (1 Co. 12).

E. EL HOMBRE
El hombre es corona de la creación y el recipiente del más especial cuidado de Dios. En esta lección veremos algo sobre la creación y naturaleza esencial del hombre.

1. LA CREACIÓN DEL HOMBRE
Las Escrituras enseñan con toda claridad que el hombre es el resultado de un acto creativo de Dios (Gn.2:7; Job. 32:8; Ecl. 12:7; Zac. 12:1).

Ni las Escrituras, ni la ciencia dan lugar a la creencia que el cuerpo humano sea el resultado de una evolución de las formas más bajas de la vida, como tampoco su naturaleza moral, ni mental.

Todo sistema de evolución implica progreso, refuerzo de vida y es inteligible. Solo a medida que Dios dé nuevos impulsos al progreso. El alma es una creación inmediata de Dios y el cuerpo del hombre es mencionado en las Escrituras en conexión directa con la creación del Espíritu. El cuerpo del hombre también fue una creación inmediata de Dios (Padigton y Strong).

Las Escrituras enseñan que toda la raza humana ha descendido de una sola pareja, esto es Adán y Eva (Gn. 1:27, 28; 2:7,22; 3:20; 5:2,3; 9:19).

Hasta donde ha sido posible estudiar e investigar la historia de las naciones y tribus de los dos hemisferios, toda la evidencia indica un origen y parentesco común. En “Asia central”. La filología comparativa indica que todos los idiomas importantes han tenido un origen común, y no da ninguna evidencia de que los demás idiomas menos importantes no hayan tenido el mismo origen común. Con respecto a la fisiología, encontramos que las razas se mezclan sin impedir la generación.

La temperatura normal del cuerpo es igual en todas las razas, también lo es el pulso. Todas las razas son propensas a las mismas enfermedades. Esto no se puede decir respecto a los animales. Aun más, con el microscopio se puede distinguir la sangre humana de la sangre de los animales.

De todo esto hay dos verdades de importancia:
i. La unidad orgánica de la humanidad en el pecado y la provisión en Cristo para la raza humana (Rom. 5:12; 1 Co. 15:21,22; Hch. 2:16).

ii. La hermandad natural de la humanidad y nuestra responsabilidad como nuevas criaturas en Cristo de llevar las buenas nuevas de redención a todos los descendientes de Adán, en otras palabras a todo ser humano (Hch. 17:26; He. 2:11; Lc. 10:25-27; Mt. 28:18-20; Mr. 16:15-16; Lc. 24:46-48; Hch. 1:8; Ro. 1:14-16).

2. LA NATURALEZA DEL HOMBRE
Las Escrituras enseñan claramente que el hombre creado por Dios tiene una naturaleza material y otra inmaterial. La naturaleza material es su cuerpo y la naturaleza inmaterial se compone de su alma y su espíritu (Gn. 2:7; Nm. 16:22; 1 Co. 2:11; He. 12:9; Gn. 35:18; 1 R. 17:21; Ecl 12:7; Stg. 2:26).

Las Escrituras apoyan una división entre alma y cuerpo. Las Escrituras en ningún lugar describen al hombre disfrutando la plenitud de su existencia fuera del cuerpo.

El cuerpo no es solo la morada temporal para el alma y el espíritu. La Escritura aclara la resurrección del cuerpo (2 Co. 5:1-8).

“Alma y espíritu”, no deben considerase ciertamente sinónimos en el lenguaje escritural. Pero por otra parte no siempre se les diferencia invariablemente. Compárese Sal 74:19, Ecl. 3:21; Mt. 10:28; Lc. 23:46; Hch. 2:27; 7:59; 1 Co. 15:45).

El Alma (psyqué) es la manifestación de la parte inmaterial del hombre hacia el mundo.

Y el espíritu (pneuma), es su manifestación hacia Dios.

Nota: La palabra hebrea usada generalmente para expresar “alma” es “nephesh” y la palabra para expresar espíritu es “ruach”. La palabra griega para alma es “psyqué” y para espíritu es “pneuma”, el significado de estas cuatro palabras es muy parecido. Significan, a saber, viento y soplo, ósea, el principio animador del organismo físico.

Conclusión:
El cuerpo es el aparato físico por medio del cual el espíritu y el alma hace contacto con el mundo material. Recibe las impresiones o información del mundo físico a través de los sentidos y las pasa al alma. Podríamos decir que la intención de Dios era que los seres humanos, por medio del espíritu estuvieran en comunión con Dios, que a su vez fuera quien inspirara el alma y que esta dominara el cuerpo.

Dios quiso tener una criatura que viviera sobre la tierra no como esclavo, sino como un ser libre que fuera su representante.

El hombre tendría entonces el poder y la autoridad para denominar, cuidar y convertir la tierra en un lugar maravilloso, pero al mismo tiempo el hombre debería estar en permanente comunión con El.
Los siguientes diagramas serán de utilidad para comprender mejor la idea, observémoslos con detenimiento:



3. IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS EN EL HOMBRE
Las Escrituras enseñan que el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios (Gn. 1.26-27; 5:2; 9:6; 1Cor 11:7; Col. 3:10; 2 Cor 4:4; Col 1:15; He. 1:3). “La palabra hebrea traducida por “imagen”, significa sombra. La palabra griega para “imagen” significa una semejanza en “bosquejo” o “perfil”. En Hebreos 1:3 se usa otra palabra griega que significa una “copia” o “gravado fiel”, se ha tratado de buscar una diferencia entre las dos palabras, “imagen” y “semejanza”, pero se ha fracasado, por que son idénticas (Perdington). Para entender el significado de estas dos palabras, podríamos considerar lo que no significan:

1- “IMAGEN Y SEMEJANZA” no quiere decir que el cuerpo humano se parece en algo a la forma Divina, por que Dios es espíritu y no tiene partes.

2- “LA IMAGEN Y SEMEJANZA” no describe, ni implica el dominio humano total sobre el resto de la creación.

3- “IMAGEN Y SEMEJANZA” no quiere decir que el hombre es una encarnación de Dios. Jesucristo en su vida encarnada ilustra la relación original del hombre con Dios pero es esencialmente distinta en su naturaleza. La imagen y semejanza de Dios se manifiesta en el hombre por medio de su personalidad, esto es que es conciente de si mismo.

El hombre normalmente posee una semejanza moral con Dios y también posee dominio sobre la creación, aunque limitado.

Otro aspecto en que se manifiesta la semejanza con Dios en su deseo de inmortalidad. El hombre era recto hasta que cayó, pero esa justicia no era parte de él, por que Dios le dijo cual era su voluntad. Le era necesario tener instrucción en la justicia, y lo triste es que habiéndola tenido la desobedeció.

La caída no era necesaria, si el hombre hubiera mantenido su comunión con el Creador, no habría pecado. En su caída retuvo la imagen pero perdió la justicia.

Aclaremos que aunque retuvo la imagen, esta fue permanentemente desfigurada y degradada.

a) Consideraciones respecto a la caída.
Hay varias cosas que se deben tener en cuenta con respecto a la naturaleza de la caída.

i. Fue un acto voluntario por parte de ADAN y EVA, ellos desobedecieron por que Dios les había dicho que no debían comer del fruto (Gn.3.6; Stg.4.17).

ii. La caída fue precedida por la tentación, fueron tentados para dudar de la Palabra de Dios (Gn.3.6; 2Co.11.3).

iii. La caída consistió en la elevación de la voluntad del hombre por encima de la voluntad de Dios.

iv. La caída también involucra la trasgresión de los limites Divinos (1 Jn. 3.4).

EL HOMBRE
La caída y sus consecuencias

La caída del hombre tiene que ver con aquel día cuando el pecado entró al mundo por un hombre, Adán y con el pecado la muerte (Gn.3:1-7). Señale los seis pasos que se mencionan más adelante. La caída fue algo muy real y se hizo evidente en la separación que ocurrió entre Dios y Adán, por que al venir Dios en su búsqueda, ellos se escondieron por temor (versos 8 y 9).

v. En lugar de creer a Dios, el hombre escogió creer a Satanás. Las Escrituras enseñan claramente que la incredulidad es pecado (Ro.14:23). Jesús dijo que cuando viniera el Espíritu Santo, El convencería al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mi (Jn.16.8, 9).

b) Consecuencias del pecado
Las consecuencias del pecado son varias. No solo afectó a Adán y Eva, si no su posteridad y la misma naturaleza. Veamos:

i. El dolor, el sufrimiento y la sujeción, vinieron a la mujer (Gn.3.16).

ii. La naturaleza fue maldecida. El hombre no gozaría en pleno de las maravillas de la naturaleza. Fue arrojado del Huerto del Edén (v. 17).

iii. El trabajo sería fatigoso, “con el sudor de tu frente (rostro) comerás el pan” (verso 19).

iv. La muerte física y espiritual llegó al hombre. En la Escritura muerte significa separación, por lo tanto en este sentido la muerte física es cuando el espíritu se separa del cuerpo (Stg.2.26) y la muerte espiritual es cuando el alma y el espíritu son separados de Dios a causa del pecado (Ef.2.1).

La muerte física no fue inmediatamente, pero Dios lo declaró y luego ocurrió (Gn.3.19; 5.3).

v. La raza humana entera fue afectada y con resultados muy serios. Esto es lo que nos muestra la necesidad de salvación.

Estos resultados son:

1. Todos los hombres son pecadores (Ro.5.19).
2. Vino la muerte a todos los hombres (Ro. 5.12; 1Co.15.21-22).
3. Vino la condenación a todos los hombres (Ro.5.18; 3.19; 5.16-22; Jn. 3:18).

4. Todos los seres humanos quedaron hechos hijos de ira (Jn.8.44; Ef. 2.3; 1Jn.3.8-10).

5. El hombre es esclavo del pecado y de Satanás (Hch. 26:18; Jn.8:34).

En las Escrituras vemos que la vida entera del hombre ha sido afectada por la caída.

Su entendimiento ha sido oscurecido (1 Co. 2.14; Ef.4.17, 18).

Su corazón es engañoso y perverso (Je. 17:9,10).

Su mente y su conciencia están contaminadas (Tit. 1.15).

La voluntad del hombre ha sido debilitada (Ro. 7:18).

Sus mejores sentimientos han sido pervertidos (Ef. 4.19).

El problema del origen del pecado es tal que necesariamente exige nuestra atención y la Escritura enseña claramente que la raíz de todo el mal moral radica en el primer pecado de Adán, ADAN la cabeza natural y representativa de la raza humana.

Este primer pecado consistió en que el hombre comió del árbol del conocimiento del bien y del mal, el cual estaba destinado a revelar:

1. Si el futuro estado del hombre seria bueno o malo.

2. Si el hombre permitiría que Dios le determinara lo que era bueno o malo, o si lo determinaba por su propia cuenta.

Este primer pecado era de un carácter típico, revelando claramente la naturaleza esencial del pecado. En esto reside el hecho de que el hombre rehusó sujetarse a la voluntada de Dios, y envés de dejar que Dios determinara el curso de su vida, y decidió hacerlo por sí mismo.

Es necesario aclarar lo siguiente:

1. Dios no es el autor del pecado.

2. Dios no tiene necesidad alguna del pecado para realzar su gloria.

El pecado es dividido en pecado original y pecado actual.

Veamos cada uno de ellos:

EL PECADO ORIGINAL
Es la raíz interior de todos los pecados actuales y es el resultado de la relación que tienen todos los hombres con Adán. Nacemos en un estado y condición de pecado. Los descendiente de Adán heredan la naturaleza del hombre y no hay en él ningún bien (Jn.5.42; Ro.5.12-19; 7.18-23; 8.7; Ef.4.18; 2 Tim. 3.24; Tit. 1.15; He. 3.12).

EL PECADO ACTUAL
Son aquellos actos exteriores como pensamientos y violaciones que proceden del pecado original. Son pecados que comete un individuo. Pueden ser pecados de la vida interior como el orgullo, la envidia, la codicia, los malos deseos, el odio, el rencor, la soberbia; o los pecados de la vida exterior como el engaño, el hurto, el asesinato, el celo, los vicios (hábitos malignos), la lascivia, el adulterio, la fornicación y exhibicionismo, etc.

Las Escrituras enseñan que el pecado es universal y la explicación está en el pecado de Adán, como ya se ha aclarado, y en la importancia de su pecado a todos sus descendientes. Esto se puede explicar de la siguiente manera:

1. La universalidad del pecado está muy clara en las Escrituras (1 R.8:46; Sal.143:2; Pr.20:9; Ec.7:20; Ro. 3.1-12,19, 20, 23; Gal. 3:22; Stg.3:2; 1 Jn. 1.8-10).

2. El pecado es la herencia del hombre desde el tiempo de su nacimiento (Sal. 51:5; Job 16:4; Jn.3:6).

3. Las Escrituras nos enseñan que todos los hombres están bajo la condenación y por eso necesitan la redención (Jn. 3:3-5; Ef. 2:3; 1 Jn 5:12; además de las citas del 1). Felizmente, no tenemos que terminar este estudio sin tener en cuenta el plan maravilloso de Dios mediante Jesucristo. Él pagó la pena por nuestros pecados (2 Cor. 5:21; 1 P. 2:24; 3:18). Más aun, Cristo se levantó de los muertos, y como primicia de entre los muertos.
El nos da la seguridad de nuestra resurrección (1 Cor. 5:20-23). Ahora El vive para salvar todos los que por El se acercan a Dios (He.7:25). Que futuro tan glorioso nos espera para nosotros indignos pecadores redimidos por la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo. Gloria a El.

4. EL PECADO
Todo estudio que incluya al hombre en su relación con Dios, resulta incompleto si no tiene en cuenta el hecho del pecado. El origen del pecado es uno de los misterios escritúrales que no han sido revelados, aunque tenemos una insinuación acerca de la entrada del pecado en el corazón de Satanás, y también la introducción del pecado en la raza humana Isaías 14:12-17; Ezequiel 28:1-19, son las dos citas que nos narran la rebelión de Satanás en contra de Dios. Note las siguientes expresiones: “subiré”, “ensalzaré”, “me sentaré”, “subiré a las alturas de las nubes”, “seré semejante al Altísimo”. Esta última expresión debe merecer su especial atención. La introducción del pecado en la raza humana se narra en Génesis 3; y encontramos que junto con otras citas es fácil deducir que esta se debía a:

a. El engaño (1 Tim. 2:14).
b. La desobediencia (Ro. 5:19).
c. La seducción de la serpiente (Gn. 3:1-6).
d. La malignidad de Satanás (Apocalipsis 12:9).
e. Por desafiar la autoridad (Ro. 13:1, 2).

El pecado es una realidad. La Palabra de Dios enseña con toda claridad; el testimonio de la humanidad lo demuestra y nuestra propia conciencia nos dice que es una realidad.

a. La naturaleza del pecado. Una definición es que el pecado es rebelión contra la voluntada de Dios. La Escritura dice que el pecado es el resultado de un acto de desobediencia responsable de parte de Adán (Ro. 5:19), y podemos agregar que de parte nuestra es un acto de aceptación del pecado como resultado del primer pecado cometido por Adán.

En el Antiguo Testamento hay varias palabras usadas para expresar pecado: “errar el blanco” (Jueces 20:16), esta palabra hebrea incluye cualquier desvío moral; pasado más allá o no alcanzado el blanco (Gn. 4.7; Ex. 9.27; Lv.5.1; Num.6.11; Sal. 51.24; Pr. 8.36; Is. 42.24).
Otra palabra es “torcido” o “ladeado” y espiritualmente significa perversidad o iniquidad moral. No solo incluye el acto sino el carácter del acto (Gn. 15.16; Sal. 32.5; Is. 5.18). Hay otra palabra cuya raíz significa “excitación tempestuosa y que en el fondo quiere decir habito del mal y que tiene que ver con la disposición al pecado”. Es lo opuesto a la justicia (Lv. 19.15, 35; Job 3.17; 16.11; 29.29; 34.8; Sal. 82.2; Pr. 16.12; Is. 57.20, 21; Mal. 2.6).

En realidad hay muchas más palabras hebreas que expresan pecado en una u otra forma y no sería posible estudiarlas por separado. De todas maneras anotamos algunas: “falta” (Gn. 41.9), “transgredir” (Lv. 4.13); “Vagar” (Ez. 34.6); “errar” (Sal. 119.21), “aborrecer”(Lv.19.17) “maldad” (Sal. 94.20).

En el Nuevo Testamento la palabra más común para pecado es: “errar el blanco”, esta aparece unas 174 veces y expresa el estado o disposición al mal, como también el acto de pecar (Ro. 3.2; 5.12). Otra palabra es “sobrepasar la línea del deber o conducta”. Siempre es usada para indicar la violación de una ley positiva o precepto (1 Tim. 2.14). otra significa “fracaso” o “una caída de donde se debía estar” (Gal. 6.1; Mt. 6.14; Ef. 1.7; Stg. 5.16). Otras palabras son “desorden” (1 Jn. 3.4). “Disminuir lo que debía entregarse” (1 Cor. 6.7), “desobediencia a una voz”, (He. 2.2,3; “una deuda u ofensa” (Mt. 6.12; Ro. 1.18, 24, 29,30; 8.7; Gal. 5.19-21; Ef. 4.31).

b. Definiciones teológicas del pecado:
1. Trasgresión De la Ley de Dios
2. Deseo desordenado o concupiscencia
3. Deficiencia de amor a Dios y al hombre
4. Dar preferencia al yo en vez de dárselo a Dios
5. Acto de insubordinación
6. Falta de conformidad a la voluntada de Dios, y su Ley moral, en hecho, disposición o estado.

El pecado en su principio esencial es: “egoísmo”, debemos notar que el pecado puede ser considerado desde cuatro aspectos:

- Hacia Dios
- Hacia la Ley Divina
- Hacia el hombre
- Hacia uno mismo
Examinando la Palabra de Dios vemos que en la raíz de todo pecado hay un sentimiento de auto – suficiencia (Gn. 3.1-6; Jn. 9.41; Ro. 10.2, 3), que induce a cada uno a escoger su propio camino y a desviarse de Dios (Is. 53.6; Jn. 14.6).

c. El pecado del creyente
Para terminar este estudio trataremos algo sobre el pecado del creyente cristiano:

El pecado es abominable a Dios, tanto en un creyente, como en un inconverso, pero el pecado personal del converso es de más gravedad por las siguientes razones:

i. El converso ha recibido la gracia de la iluminación, por tanto debe andar en la luz (1 Jn. 1.5-7), el cristiano debe responder a la luz; ser guiado por ella, y andar, caminar en ella. Esa luz Divina lo incita al arrepentimiento, y lo prepara para confesar su falta o falla (1 Juan 1:9).

ii. El cristiano es participe de la naturaleza Divina (1 Pedro1:4) puede y debe vivir como un hijo de Dios, al pecar esta indicando que le esta haciendo falta recurrir a esta actitud constante de fe.

iii. El pecado del cristiano es un infame desdoro para el Señor es un contra testimonio y una profanación del templo del Espíritu Santo, es verdad que el cristiano padece un mayor asedio de parte del mundo (1Pedro 4:4) del diablo (1 Pedro 5:8) y de la carne (Gálatas 5:16,17) pero también el cristiano tiene a su disposición el poder del Espíritu Santo (Efesio1:19,20).

d. Los daños del pecado
Son varios los daños que el pecado produce en el verdadero cristiano.

i. Perdida de la luz con los consiguientes tropiezos en la vida cotidiana (Juan 8.12; 1 Juan 1.6; 2.10) todo pecado incluye algo de oscuridad de tinieblas moral.

ii. Perdida de gozo. Es lógico por que el amor va enfriándose y así se pierde su perfección y la comunión con el Señor (Salmo 91.12; Juan 15.11; Gálatas 5.22; 1 Juan 1.3-7; 2.5, 15, 17; 4.12).

iii. Perdida de paz. El solo hecho de haber ofendido a Dios el Padre no permite disfrutar de una paz plena mientras no haya arrepentimiento y se confiese el pecado ante el Señor (Salmo 32.3-6; 1 Juan 3.18-21).

iv. Perdida de confianza. Al perder la confianza en el Señor no se pueden sentir tranquilidad ante su mirada (1Juan 3.19) tendrá que reconocer que a sido un mal siervo y solo se podrá disfrutar de la alegre confianza en El después del arrepentimiento, confesión, y de un deliberado acercamiento a Dios y de una continua vida de obediencia dejando el pecado (Proverbios 30.17;4.27; Juan 8.11) no se debe olvidar que el pecado del cristiano ofende de una manera terrible a Dios el Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por lo tanto practiquemos la Palabra de Dios como se nos manda en 1Juan 3.3, todo aquel que tiene esta esperanza en Él se purifica así mismo así como el es puro. Valdría la pena leer toda la primera epístola de Juan.

e. LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Así como en el Antiguo Testamento la primera venida de Cristo a la tierra era el suceso el cual apuntaban todas las cosas, en el Nuevo Testamento, la segunda venida de Cristo es el evento sobresaliente. Esta segunda venida de nuestro Salvador es la esperanza del verdadero cristiano. Jesús se refirió a su retorno en varias oportunidades (Mateo 24.30; 25.19; 26.31-44; Juan 14.3). Los Ángeles en el momento de su ascensión se refirieron a la venida de Cristo (Hechos 1.11) y los Apóstoles hablaron sobre este evento con frecuencia (Hechos 3.20-21; Filipense 3.20; 1 Tesalonicenses 4.16; 2 Tesalonicenses 1.7-10; Tito 2.13; Hebreo 9.29).

1. El tiempo de su venida
Hay dos aspectos sobre los cuales el hombre nada puede hacer. Uno es fijar el tiempo de la venida del Señor. Jesús mismo dijo que el no sabia ni la hora ni el día de su venida y que nadie lo sabia con excepción de su Padre (Mateo 13:32). Jesús nos advierte en señalar el tiempo y el lugar de su aparición (Mateo 24:23; 27:37). La otra cosa que no se puede hacer es trazar planes y programas de la historia de la iglesia y de su relación con la segunda venida del Señor; la Escritura es muy clara con respecto a las señales que tendrán lugar antes del fin, como si anunciaran el acercamiento del retorno de nuestro Señor.



2. Señales o grandes eventos que precederán a la segunda venida:

a. Llamamiento a los gentiles
Hay varios pasajes en los que se afirma que el evangelio debe ser predicado a todas las naciones antes del regreso del Señor (Mt. 24:14; Mr. 13:10; Ro. 11:25). Esto significa que el evangelio debe ser predicado en todo el mundo y que las naciones serán evangelizadas, en tal forma que la palabra de Dios llegue a ser poder en la vida de la gente.

b. La conversión de Israel.
El Antiguo Testamento como el Nuevo hablan de la futura conversión de Israel (Zac. 12:10; 13:1; 2 Cor. 3:15,16; Ro. 11:25-29). Al final un número grande de israelitas volverá al Señor.

c. La aparición del anticristo
La Escritura predice la revelación del anticristo, el hombre de pecado que está en oposición al Señor Jesucristo. Pero que llegará su fin en los tiempos del retorno del Señor (2 Tes. 2:3-10).

Al estudiar las Escrituras encontramos que hablan del “anticristo”, de “falsos cristos” del “espíritu del anticristo”, y del hombre de pecado (1 Jn. 2:22; 2:18; Mt. 24:24; 1 Jn. 4:3; 2 Tes. 2:3).

Esto se explica por el hecho de que el espíritu del anticristo estaba presente en los tiempos de los Apóstoles, en los esfuerzos de aquellos que estaban inclinados a destruir la obra de Cristo. Este espíritu está aun presente y seguirá haciendo oposición hasta que finalmente aparezca en un solo individuo, quien se opondrá contra todo lo que es de Dios, y se exaltará haciéndose pasar por Dios.

d. Señales y Maravillas.
Las Escritura hablan de guerras, hambre, terremotos, que son los comienzos de los dolores de parto. También habla de persecuciones, de la aparición de muchos falsos profetas y de prodigios terribles en los cielos, todas estas señales, como precursoras del fin del mundo y de la venida de Cristo. (Mt. 24:29,30; Mr. 13:24,26; Lc. 21:25,26).

3. La forma de la segunda venida:
a. Una venida personal
En Hechos 1:11, los ángeles dijeron con toda claridad, “este Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo”. (Mt. 24:44; Hch. 3:20, 21; 1 Cor. 15:23; Fil. 3:20; Col. 3:4; 1 Tes. 2:19; 3:13; 4:15,16; 2 Tim. 4:8; Tit. 2:13; He. 9:28).

b. Una venida física.
(Hch. 1:11; 3:20, 21; He. 9:28; Ap. 1:7). Todas estas citas prueban que la segunda venida será física.

c. Una venida visible
La Palabra de Dios no deja ninguna duda al respecto, por que nos dice que todo ojo le verá (Mt. 24:30; 26:46; Mr. 13:26; Lc. 21:27; Hch 1:11; Col. 3:4; Tit. 2:13; He. 9:28; Ap. 1:7).

d. Una venida repentina
Aunque habrá varias señales como ya se ha dicho, sin embargo, está será inesperada y tomará a todos de sorpresa. Las señales no designan un tiempo exacto, solo anunciaran el pronto retorno de nuestro Señor Jesucristo (Mt. 24:37-44; 25:1-12; Mr. 13:33-37; 1Ts. 5:2,3; Ap. 3:3; 16:15).

e. Una venida Triunfante y verdaderamente gloriosa
Nuestro Señor Jesucristo no vendrá en su cuerpo de humillación si no en gloria (He. 9:28). Las nubes serán su carruaje, los Ángeles sus guardias corporales, los Ángeles sus heraldos y los santos su gloriosa comitiva. Sí, vendrá como “Rey de Reyes y Señor de Señores“, triunfante sobre todas las fuerzas del mal. (Mt. 24:30; 2 Ts. 1:7, 10; 1 Ts. 3:13; 4:16; Ap. 19:11-16).

4. El propósito de la segunda venida
El Señor Jesucristo regresará con el fin de introducir la Era Futura, el estado eterno de las cosas mediante dos eventos principales a saber:

- La Resurrección de los muertos
- El juicio final

5. El juicio final
La Palabra de Dios enseña con claridad que habrá un juicio final (Sal. 93:13; Ecl. 3:17; 12:14; Mt. 11:22; 16:27; 25:31-46; He. 9:27; 1 P. 4:5; Hch 17:21; Ro. 2:5-10, 16; 14:12; 1 Cor. 4:5; 2 Cor. 5:10; 2 Tim. 4:1; Ap. 20: 11-14).

Nos preguntamos ¿Quién será el juez? Las Escrituras son precisas al respecto: Cristo será el Juez y los Ángeles le asistirán en esta gran obra (Mt. 13:41,42; 24:31; 25:31). Los santos también participaran aunque no esta muy claro cual será el papel que desempeñen (Sal. 149:5-9; 1 Cor. 6:2,3; Ap. 20:4).

¿Quiénes serán los juzgados? Las Escrituras dicen que todos compareceremos delante del Tribunal del Juicio (Ecl. 12:14; Sal. 50: 4-6; Mt. 12:36,37; 25:32; Ro. 14:10; 2 Co. 5:10; Ap. 20:21). En Mateo 13:30, 40, 43, 49; 25:31-46, se muestra claramente que los justos no serán excluidos del juicio, también es claro que Satanás y sus demonios serán juzgados. (Mt. 8:29, 1 Co. 6.3; 2 P. 2:4; Jud. 6).

El juicio final será un juicio sobre todo lo que pasó en la vida de cada persona. Naturalmente, será el final del mundo, después de la resurrección de los muertos (Jn. 5:28; Ap. 20:12,13). La duración del juicio es difícil de determinar.

Las Escrituras hablan del día del “juicio” o del día de la “ira”, pero de estos pasajes y de otros no puede decirse que sea un día que durará más. Las razones de cómo será determinada la justicia en el juicio son descritas en las Escrituras.

a. Los principios del juicio para los cristianos son:
i. La Justicia absoluta de Dios (Gn. 18:25).
ii. Los distintos grados de privilegios como son la oportunidad y la responsabilidad que se haya tenido.
iii. El factor determinante es si ha tenido o no la oportunidad de haber oído el evangelio.

En el caso de que no haya tenido este privilegio, será juzgado con base en la luz que posea (Ro. 1:19-23; 2:14, 15).

b. El juicio del cristiano se basa principalmente en la naturaleza de las recompensas por la Mayordomía (un buen servicio). Al estudiar algunos pasajes encontramos advertencias para el cristiano descuidado. Si el cristiano permite voluntariamente que el pecado continúe actuando habitualmente en su vida, esto no puede causar otra cosa que una sería pérdida para si en el tribunal.

c. Los resultados del juicio están claramente expuestos por el mismo Señor Jesucristo en Mateo 25:41-46, mediante estos versículos en su corazón.

d. El Estado final de los impíos
La Escrituras nos dan ciertas aclaraciones de las cuales vamos a considerar tres puntos:

i. Las siguientes frases indican un lugar. En Mateo se habla de un “horno de fuego”, en Apocalipsis de un “Lago de fuego”, de una “prisión”, de un “abismo” y de un “infierno”. Todos estos términos indican un lugar (Mt. 13:42; Ap. 20:14,15; 1 P. 3:19; Lc. 8.31; 2 P. 2:4).

ii. Cuando se habla del estado de los impíos, encontramos términos que indican una perturbación sin fin con sufrimientos en el cuerpo y en el alma (Mt. 8:12; 13:50; Mr 9:47,48; Lc. 16.23, 28; Ap. 14:10).

iii. Con respecto a la duración del castigo, las palabras en las Escrituras son: “para siempre” y “eterno”. Estas deben ser consideradas de acuerdo al contexto en que se encuentran. Las siguientes citas ayudaran a entender lo referente a la duración: Marcos 9:43, 48; Lucas 16:26.

e. El estado final de los justos
Será precedido por el cese del mundo actual y el establecimiento de una nueva creación (Mt. 19.28; Hch. 3:21; He. 12.27; 2 P. 3:13). La morada eterna de los justos incluye toda nueva creación (Jn. 14.2; Mt. 22:12 y 13; 25:11,12; 5.5; Ap. 21.1-3). La recompensa del justo es una vida en toda su plenitud sin ninguna de las imperfecciones y perturbaciones del presente (Mt. 26.46; Ro.2.7).

La plenitud de esta vida es gozar la comunión con Dios eternamente y para siempre, amen (Ap. 21.3).

J518-82934

Dios le Continue bendiciendo