jueves, enero 14

¡COMO ADQUIRIR DINERO Y FAMA!

En el poderoso nombre de Jesús de Nazaret, invito a todos los predicadores de la Santa y Bendita Palabra de Dios, para que la leamos, la estudiemos, la escudriñemos y la analicemos haber en que parte de los cuatro evangelios, es que dice que Jesús necesitó pasacalles, de hojas volantes o de publicidad por radio, televisión, internet u otros medios publicitarios. A Jesús no le interesaba la fama, podía haberse enaltecido, vana gloriarse y hasta engrandecerse, pero no lo hizo, por que su fama y todo esto estaban con él.
Hay varios puntos para analizar en el Ministerio evangelístico de Jesús y vamos a empezar con algo que todos buscan sin percatarse del peligro que esto acarrea, como son: dinero y la fama; el peligro está en que terminan amando más el dinero que a Jesús y el corazón se les engrándese, se convierten en unos “caicers”, unos ogros por que se enaltecen, se llenan de orgullo, actúan con altivez, se vuelven soberbios, vanagloriosos, ya no quieren rosarse con las ovejitas flacas que no tienen lana. Si les invitan a predicar en un culto extenso, que le dicen campaña, son pretensiosos y codiciosos, si no les pagan tanta suma de dinero no van; además, como si los dones espirituales que tienen fueran de ellos, le envían una nota a la congregación que les invita, si la campaña es con sanidades y milagros les vale tanto, y sin esto, es otro pienso, además me tienen que alojar en un hotel cinco estrellas y cuando valla a predicar, siempre debo tener un litro de “Gatorade” bien frio y cuando salga de predicar me esté esperando un automóvil ultimo modelo. Todo es consecuencia del dinero y la fama mal manejados.
Jesús se hizo famoso, negándose así mismo, vamos a comprobarlo, empezamos el recorrido en el evangelio según San Marcos, capitulo 1:14.
1. JESUS PRINCIPIA SU MINISTERIO
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
Aquí vemos que Jesús después que fue bautizado, comenzó su ministerio inmediatamente, no se puso a perder el tiempo en cosas mundanas, por que su misión no era esa. La Escritura dice:
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu… (Efesios 5:18).
¿Qué le sucede a alguien que se dice ser cristiano y su salvador viene a buscarlo, y lo encuentra perdiendo el tiempo, viéndose o jugando un partido de futbol, u otra entretención mundana? ¿No le es más provechoso que lo encuentre haciendo algo de importancia para su Señor? Como por ejemplo: orar oraciones fervientes, eficaces, alabar con salmos, e himnos, canticos espirituales, canticos sacrosantos, no con canticos mundanos, como son: el ritmo de champeta, el inmundo vallenato, la cumbia, el porro y todos estos ritmos que alborotan la carne; ayunando como dice la Palabra, haciendo vigilias de oración, velando, estando atentos cuando llegué el Señor, escudriñando las Escrituras, y sobre todo que nos encuentre cumpliendo la gran comisión, que casi ningún creyente esta cumpliendo con este mandato del Maestro; Jesús no dijo: yo les mando que hagan una “Torre De Babel”, y que pasen encerrados en ella. ¡No! Dijo fue: id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15; Mateo 28:19).
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. (Versículo 21).

Preste atención: Jesús, ni los que se dicen ser sus discípulos estamos para desperdiciar el tiempo, por que fuimos escogidos y llamados para dar a conocer el reino de Dios. Jesús comenzó a predicar en Galilea, ahora lo encontramos enseñando en Capernaum, el estaba cumpliendo con su misión. Por que él dijo un día: “heme aquí yo iré”, y vino a buscar y a salvar lo que se había perdido, esto es lo que nosotros también tenemos que hacer, buscar las almas que están perdidas.

Verso 22. Y se admiraban de su doctrina, por que les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Hoy día los predicadores están llenos de toda clase de títulos teológicos, y la gente no se admira de su doctrina, por que no tienen autoridad, solo están llenos de filosofías huecas. La Escritura dice en 1 Corintios 4:20: por que el reino de Dios no consiste en palabras, si no en poder, en autoridad y fuerza espiritual. Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. (Verso 23,24).

¿Por donde estaba Jesús, cuando se encontró con el hombre endemoniado?, en la sinagoga de ellos, de los fariseos hipócritas.

Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. (Versos 25, 26).

Jesús no se dejaba enaltecer, por que cuando el demonio quería hacerlo lo reprendía, con poder autoridad y fuerza. ¿Como le dijo al demonio cuando lo reconoció que era el santo de Dios? ¡Cállate! Ósea no me divulgues, por que yo no vine a eso, vine a buscar las almas perdidas. Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. (Versos 27, 28).

Dice que todos se asombraron, al ver la autoridad con que le ordenaba a los demonios y como estos con que respeto le brindaban pleitesía, y Jesús rechazaba todo esto.

La fama de Jesús se divulgo por todas partes, sin el estar buscando esta fama, por que Jesús vino a buscar y a salvar las almas perdidas, tú tienes que hacer lo mismo. Deja que la fama te siga, no sigas tú la fama, por que es muy peligroso para tu vida espiritual.

Miremos con cuidado la enseñanza que el maestro nos da en este pasaje. Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan. Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.

Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía. (Versos 29 al 31).

Jesús se acercó a la enferma, la tomó de la mano y la levanto, y esta inmediatamente recibió sanidad. La enseñanza es que Jesús ni grito estéricamente, ni brincó, ni hizo ninguna clase pantomimas, lo mismo tenemos que hacer nosotros.

Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían. (Versos 32 al 34).

Voy a decirles por que Jesús no dejaba hablar a los demonios. El diablo con sus demonios son astutos y si no tenemos el don de discernimiento, nos hace caer en la trampa. Los demonios les gusta alabar a los incautos para que estos, sin ningún conocimiento se enaltezcan y se vanaglorien.

Miremos como le decía un demonio al apóstol Pablo y a otros hermanos que iban con él: Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora. (Hechos 16:16-18).

Aquí éste demonio estaba tentando a los apóstolos para ver si ellos se enaltecían y se vanagloriaban al ser elogiados, mucho cuidado con esto.

En una ocasión me congregaba en cierta denominación, y un día el Señor, comenzó a hacerme usable en sus manos, y eso le asombró al pastor, por que el Señor se glorificaba, a través de mí. Un cierto día el pastor me dijo - hermano le voy a mandar para Bogotá, capital del país, para que allá lo preparen y cuando ya esté listo, lo enviamos para Florencia, Caquetá, y luego para Brasilia en Brasil, y allá ponemos unos pasacalles bien grandes que digan: “viene de la Patagonia el hermano tal, haciendo milagros, prodigios, grandes maravillas, haciendo grandes señales, sanando a los enfermos y expulsando fuera demonios; hermano así vamos a ser muy bendecidos económicamente y usted adquiere fama y dinero”- y le dije: el Señor reprenda al diablo con sus demonios, por que esta cascarita a mi no me va a ser resbalar, yo no hago nada de esto, el que hace esto es el gran poder de Dios, el poder del Espíritu Santo a quien el Padre envió para terminar la obra de Jesús.

Miremos cual es la clave para que la fama venga a nosotros, sin andarla buscando, por que Jesús dijo: buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás os será añadido (Mateo 6:33).

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba (Verso 35).

Jesús no fue a perder el tiempo en minucias terrenales, fue a este lugar para tener un encuentro con el Padre, que es el que enaltece y humilla. Todo depende del Padre no de nuestro esfuerzo.

Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. (Marcos 1 versos 36-39).

Miré esta expresión de Simón: “todos te buscan”, 1. Por que les hacia mucho bien, pues les daba de comer el pan corporal y también el pan espiritual, les hacia sanidades del cuerpo y del alma, expulsaba demonios de ellos y por muchas más otras cosas le buscaba la gente, pero también le buscaban los aristócratas fariseos para matarle. Otra expresión aquí que la debemos tener muy en cuenta, todo los que hemos sido escogidos y llamados por Dios, “vamos a los lugares vecinos para que prediquemos allá, por que para esto he venido”. Esto también debemos hacerlo nosotros y no estar entretenidos en otras cosas que no convienen, Dios no nos escogió, ni nos llamó para que estuviésemos de vacaciones o de recreaciones.

Cuando los fariseos sancionaron a Jesús por sanar a un hombre, en día de reposo, el les dijo enfáticamente: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”. Así que este cuentecito de descansar es un invento del enemigo, para poder él hacer de las suyas, por que mientras que yo estoy descansando recreándome en una playa o viéndome o jugando un partido de cualquiera naturaleza, entreteniéndome perdiendo el tiempo, el diablo está haciendo fiesta primeramente conmigo y luego con las almas.

Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. (Marcos 1:40-44).

Vino a Jesús un pobre hombre repudiado y desechado por la sociedad por que tenía una mala enfermedad, la lepra, hoy al igual que este hombre hay muchos que padecen esta terrible enfermedad, aun muchos de los que se dicen ser cristianos la padecen y peor, por que la padecen en el alma y no se han acercado a Jesús, para que en su infinita misericordia les limpie. Cuando esté hombre fue limpio Jesús le encargó rigurosamente que no le dijera nada a nadie, si no que fuera y se presentara el sacerdote para testimonio a ellos, no a Jesús, hoy no puede Jesús hacer un milagro, un prodigio, sanar o echar fuera un demonio, o hacer alguna señal maravillosa a través de uno de estos emocionalitos gritones, buscadores de dinero y fama, por que enseguida comienzan con sus pantomimas, sin acordarse de que a Jesús no le gustan estas payasadas, él decía mira no se lo digas a nadie, yo no quiero fama por que ella esta conmigo, busca primeramente el reino de Dios y su justicia y esta fama y el dinero te vendrán por añadidura. Además Jesús dijo: “no todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, muchos medirán en aquel día Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé nunca os conocí. Apartaos de mi hacedores de maldad (Mateo 7: 21-23). Lo que quiere decir que hay muchos que no están haciendo la voluntad del Padre, por que Jesús le dice a sus discípulos: de gracia recibiste, dad de gracia; luego, entonces, si yo recibo algo de Dios es para darlo de gracia, por que lo de Dios ni se vende, ni se compra, lo de Dios no es un vulgar negocio para que tu en tu ignorancia cobres lo que se te venga en gana.

A los hermanitos que buscan dinero y fama mucho cuidado con esto por que están expuestos a que Jesús les diga: “apartaos de mi hacedores de maldad, yo no os conozco, malditos, al fuego eterno”. Los dones y el llamamiento, dice la palabra que son irrevocables (Romanos 11:29).

Yo conozco a personas inconversas, que oran por los enfermos y estos se sanan. En el Urabá antioqueño, conocía un pastor evangelista que se apartó de los caminos del Señor y siguió ejerciendo los dones, ósea que puso un consultorio medico y no cobraba pero le decía a las gentes que según él curaba- den lo que quieran- lo último que se de el es que tuvo una “bonita” muerte, por que ¡horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! (hebreos 10:31).

Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.

Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?

Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. (Marcos 2:1-12).

Jesús estaba en esta casa predicando la Palabra, no esta malgastando el tiempo en minucias del mundo, por que él vino a cumplir una misión que el consejo directivo le encomendó allá en el cielo; igualmente todo aquel que recibe a Jesús y le cree de verdad, Jesús también le encomienda esta gran comisión. Aquí Jesús no estaba buscando fama, pero como la fama le seguía detrás, llegaron cuatro hombres con un paralitico postrado en un lecho, como no podían entrar por causa de la multitud, descubrieron el techo y quitaron unas tejas e hicieron una abertura y bajaron al paralitico en el lecho. Al ver Jesús la fe de ellos le dijo al paralitico – hijo tus pecados te son perdonados – no le dijo: hijo eres sano”, por que seguramente este hombre estaba postrado era por el pecado. Así como muchos de nosotros estamos postrados por el pecado de envidia, codicia, orgullo, vana gloria, altivez, arrogancia, egocentrismo en general.

Como siempre habían en el grupo unos que son negativos y cavilaban es sus corazones de lo que Jesús decía, y Jesús con su don de discernimiento, les descubrió y les demostró que el no vino a balbucear, vino fue a hacer el bien, y al decirle al paralitico a ti te digo: toma tu lecho y vete a tu casa, todos se asombraron y glorificaron a Dios. Que a Dios sea la gloria, que Dios sea glorificado a través de ti, nunca te le robes la gloria a Dios.

Jesús era todavía un bebecito, cuando un día llegaron a la casa de sus padres tres grandes personajes que venían del lejano oriente para brindarle pleitesía, le trajeron como tributo material, tres grandes cofres llenos de fortuna, oro, incienso y mirra (ósea, riquezas que Jesús no estaba corriendo detrás de ellas). Estos tres hombres también le trajeron fama y fue tanta la fama que estos hombres le trajeron a Jesús que al rey Herodes le dio envidia y mando a matar todos los niños de esa era, a ver si así mataba al Rey de reyes y Señor de señores, ¡dinero y fama!

Jesús solo tenía doce años cuando todos los doctos de la ley le brindaron pleitesía, dice la Escritura, que sentadito en medio de ellos, les dictaba cátedra en el templo (fama), les enseñaba sentado, sin gritar, sin hacer bulla.

Jesús llegó al pozo de Jacob que entraba al entrar de samaria, estando allí sentado, esperando a que los discípulos llegaran de hacer un mandado, llego una mujer samaritana a sacar agua del pozo; Jesús le pidió de beber a esta mujer y ella le negó el agua; Jesús aprovecha comienza a dialogar con la mujer; Jesús le descubre el pasado presente a la mujer y esta se sorprende y sale corriendo a dar la noticia en el pueblo de que un hombre le había dicho lo que era y lo que es, los hombres vinieron y Jesús comenzó a predicarles, estos le creen a Jesús y se lo llevan y lo tienen con ellos tres días. En el primer caso Jesús no fue a buscar a los magos, en samaria todos vinieron a Jesús.

En una ocasión se fueron sus discípulos para arriba de un cerro, para estar un poco tranquilos, pero no hacia nada que estaban en aquel lugar, cuando se vieron fue rodeados de muchedumbres, y a pesar de la inclemencia y la incomodidad del lugar. Aun que ya tenían tres días de estar oyendo a Jesús por nada se iban, uno de los discípulos le dijo – despídelos por que ya tienen tres días de estar aquí y no han comido nada – el discípulo era uno de estos que no le creen a Dios, y Jesús le dijo – dadle de comer vosotros – y este como no estaba en la dimensión de Dios, le contesta a Jesús – ni doscientos denarios de pan no sería suficientes para darles de comer a toda esta gente – otro discípulo que si estaba en el pensamiento de fe – aquí hay un muchacho que tiene dos peces y cinco panes – Jesús dijo – traédmelos acá, por que una vez más van a ver la gloria de Dios - y multiplicó un pan por cada mil personas y un pez por cada dos mil quinientas personas y comieron y se saciaron y Jesús les despidió y estos salieron contentos, diciéndole a todo el que se encontraban los que Jesús les había hecho (le afamaban).

Jesús le dijo a los discípulos que se fueran delante (mientras el “perdía el tiempo” haciendo una oración al padre), luego el se fue a las escondidas andando sobre el mar, y se alcanzó a los discípulos y se embarcó y siguió con ellos y al llegar con ellos las multitudes le esperaban, mas cuando se bajo de la barca, la gentes le dijeron – te andamos buscando – y el les recriminó duramente – me buscáis por que les di de comer, trabajad por la comida que no perece, la que lleva a vida eterna -. Hoy día hay muchos que trabajan por la comida que perece, se preocupan por lo suyo propio y no ponen la mira en las cosas de arriba si no en las de la tierra, contrario a lo que hizo Jesús y sus verdaderos discípulos; ni Jesús, ni sus discípulos iban corriendo detrás del dinero y la fama, dice la Escritura que ellos lo dejaron todo, y el más famoso de ellos dice: “y todo esto lo he dejado y lo tengo por basura (títulos, dinero y fama), por que ahora tengo algo mucho mejor que todo esto, por que esto perece pero lo de arriba permanece para siempre.

Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. (Marcos 2:13) ¿Cómo les enseñaba? ¿Por dinero y fama o por compasión?

Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.

Con todo de que Jesús rechazaba la fama, el diablo y sus demonios le tenían envidia, desde que era un bebecito trataron de destruirlo, y Jesús era puro y santo, por eso el diablo lo perseguía, por que Jesús adquirió dinero y fama sin andarlos buscando, las multitudes le seguían, el no seguía a las multitudes, por que él vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Mas Jesús se retiro al mar con sus discípulos, y les siguió gran multitud de galilea y de Jerusalén, de Judea, de Idumea, del otro lado del Jordán y de los alrededores de Tiro y Sidón, oyendo cuan grandes cosas hacia. Grandes multitudes vinieron a el y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca a causa del gentío, para que no le oprimiesen, por que había sanado a muchos, de manera que por tocarle cuantos tenían plagas caían sobre él. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. (Marcos 3:7-12).
Analicemos bien e interpretemos correctamente lo que aquí se nos muestra de Jesús, preste atención, que Jesús se retiró al mar con sus discípulos y les dijo que le estuviesen siempre la barca lista para retirarse, por que él no iba a esperar aplausos ni que les dieran dadivas.

Había sanado a muchos y cuantos tenían plagas caían sobre él y los espíritus inmundos al verle se humillaban, le rendían pleitesía, le ensalzaban, le enaltecían, le engrandecían, más Jesús rechazaba todo esto, para que no le descubriesen y no le divulgaran, por que él no vino a buscar elogios; vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce varones, para que estuviesen con él, y para enviarlos (“a buscar fama y dinero”) a predicar el evangelio, tampoco les llamó para que estuvieran perdiendo el tiempo en cosas del mundo por que les dio autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios (Mateo 10:7-8). Y yendo predicad diciendo, el reino de los cielos se ha acercado, sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios, de gracia recibisteis, dad de gracia, ¿por que mando Jesús a sus discípulos a que sanaran enfermos? Por que aun en los que se dicen ser cristianos tienen el alma enferma, el corazón lleno de lepra, están muertos espiritualmente, tienen muchos demonios que se hace necesario que se les eche fuera, tampoco les gusta dar de gracia.

Y vinieron a casa…

Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan (Marcos 3:20). Jesús no llamó esta gente, ellos buscaban a Jesús donde estuviera con sus discípulos, y donde entraba lo hacia en silencio, nadie ponía un pasacalle para anunciar su llegada, y sin embargo era tanta la multitud que le seguía que ni siquiera les daba tiempo de comer, ¡ay! Aquí si que tenemos que abrir bien los ojos, por que en este momento el Reino de Dios, está dividido en gran manera, está hecho añicos, la casa de Dios la tienen dividida en varias partes; si miramos, las otras religiones y sectas encontramos que todas están unificadas y comandadas por una sola persona.

Los llamados católicos los comanda desde Roma un elemento que le dicen Papa, a pesar de que esta expresión de católico no tiene nada que ver con la religión, por que católico traduce: universal. Los pentecostales (o Jesusolo), los comanda una sola persona, los sabatinos (adventistas) los comanda una mujer, los Testigos de Jehová (que no son ningunos testigos) los comanda uno desde estados unidos.

A los verdaderos cristianos primitivos los comandaba uno desde Jerusalén, pero cuando comenzaron a fusionarse con los mundanos en la demagoga politiquería y enredarse en los negocios mundanos, perdieron el derecho de la palabra cristianos, se la quitó la curia romana y prácticamente los cristianos desaparecieron y cuando el cura Martin Lutero se reveló contra sus jerarcas por que un día vio la verdad en una Santa Palabra, entonces comenzó a instar a los cristianos que había quedado a que siguieran adelante, y a estos rebeldes, los de la curia romano, le acotejaron el remoquete de protestantes evangélicos, y estos ni cortos ni perezosos lo aceptaron en una forma placentera.

Martin Lutero desempolvo el evangelio, y eso estuvo muy bien, Dios lo usó para ello, pero surgió un nuevo problema, el de las sectas evangélicas, enseguida aparecieron los luteranos, los calvinistas, weislenses, y en Estados Unidos una gran serie, entre otros los bautistas, los presbiterianos, los metodistas, no me alcanzaría papel y lápiz para nombrar todas las sectas y secticas, que en la actualidad hay; cuando estas sectas y secticas sean comandadas nuevamente por una sola persona, y cumplan la gran comisión de predicar el verdadero evangelio por todos los confines de la tierra, y pongan la palabra que predican por obra, y la vivan, entonces el reino de Dios estará unido y vendrá Jesús por su iglesia, pero ahora no viene por que no sabe donde va a pasar, ni a quien se va a llevar, nos referimos a lo que dicen los versículos 24 y 26.

Un Pastor Licenciado me dijo una vez que le pregunté por la fama de Jesús, Jesús se negó a sí mismo en todo para llegar a tener la fama, sin andarla buscando, esa fama de Jesús, permanece para siempre, por que el obedeció al Padre, y siempre le estaba dando la gloria y la honra.

Dicen los versos 32 al 35 del capitulo 3 de Marcos: Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan. El les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

¿Será que alguien que venda lo que es de Dios está haciendo la voluntad de Dios? Será que en verdad tu eres hermano y hermana de Jesús; acaso Jesús iba detrás del dinero y la fama; no dice, de gracia desvistes, dad de gracia, por que a Moisés dice: tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que me quiera compadecerme; así que ni depende del que quiere, ni del que corre, si no de Dios que tiene misericordia (Romanos 9:14,15).

Busca con ahincó el reino de Dios y su justicia y procura con diligencia ser agradable a Dios. Hasta digno de hallar gracia ante sus ojos: por que el hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo, más al pecador, da el trabajo de recoger, y amontonar para darlo al que agrada a Dios (Eclesiastés 2:26).

Capitulo 4:1,2: Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina…

Que tal si Jesús se hubiera puesto a caminar y a brincar para allá y para acá gritando histéricamente, como animal recién enjaulado, pues se hubiera caído al agua, pero él en una forma calmada y sensata les enseñaba y les predicaba a multitudes, el alzaba la voz, no gritaba.

Verso 18 al 20:
Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.

Los que buscan infructuosamente dinero y fama, al final son ahogados por los espinos, y en los afanes, engaños y codicias de este siglo.

Buscaron frutos para ellos y se olvidaron de producir fruto para Dios, siendo que el que produce fruto ara el dueño de todas las cosas, Dios lo muestra como luz.

También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz. Si alguno tiene oídos para oír, oiga (Marcos 4:21).

Si tú estas dando buenos frutos para Dios, él te pondrá sobre la azotea para que todos te vean desinteresadamente, al dueño del dinero y la fama, y a su tiempo él te dará todo sin que te ahogue los quebrantos, por que la bendición de Jehová es la que enriquece y no añade riqueza con ella, por que aun en la risa tiene dolor el corazón y el termino de la alegría es congoja (Proverbios 10:22; 14:13).

Jesús no era altivo, arrogante, mucho menos le gustaba la vana gloria, miremos como le dijo a un ambicioso de dinero y fama: “las zorras tiene guarida y los pájaros tienen nidos, más el hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza” (Mateo 8:20).

Humanamente Jesús no era ningún miserable arruinado; los astrólogos que vinieron de oriente a conocerle, le obsequiaron una gran fortuna material.

Jesús le dijo esto a este hombre, para hacerle ver que el reino de Dios no se compre ni se vende, por que no es un vulgar negocio; si Jesús te dijo sígueme, bien aventurado eres, por que aquí vas a tener cien veces más y allá la vida eterna. Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado. (Marcos 4:26-29). Esto te esta diciendo que si tu predicas o enseñas la Escritura, primero tienes que sembrar buena semilla y esperar hasta que de el buen fruto y en abundancia, por que dice que, de por si la tierra buena lleva fruto. No tienes que esforzarte buscando por tu propia cuenta dinero y fama, por que a su tiempo y a su hora tú vas a recoger ese buen fruto, por que trabajar para Dios no es en vano.

Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra. (Marcos 4:30-32).

El reino de Dios crece cuando la semilla se siembra en buena tierra por que está germina y también da buenos frutos.

Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo. (Marcos 4:33 – 34).

Jesús, si tu eres un autentico discípulo de él todo te lo declara, todo lo muestra sin ningún enigma.

Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen? (Marcos 4:35-41).

Jesús estaba deleitándose tranquilamente con el sueño, mientras que sus discípulos sin fe, estaban grandemente asustados con la tormenta; si tu estas en la barca apropiada no tienes por que tenerle miedo a ningún viento, ni mar de problemas o necesidades. No dejes que Jesús te diga por que estáis así amedrantados, como no tenéis fe.

Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. (Marcos 5:6-9).

Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban. (Marcos 5:15-20).

Observemos bien que Jesús no se puso a gritar histéricamente, si no simplemente le dijo: sal de este hombre espíritu inmundo, tampoco le vemos corriendo de un lado para otro y cuando fue el hombre libre de la legión de demonios lo mando para su casa.

Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban. Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar. (Marcos 5:20 -21)

En este relato debemos tener muy en cuenta, que los cristianos debemos seguir para que nuestra victoria sea efectiva.

Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá. (Marcos 5:22,23).

1. El hombre era importante, de los pudientes en el pueblo y sin embargo fíjese como llegó, con mucha reverencia y humildad y le rogaba con sencillez de corazón, fue, pues con él y le seguía una gran multitud y le apretujaban.

Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. (Marcos 5:25-29).

2. Aquí está lo extraordinario, tanto Jairo como la mujer llegan ante Jesús con respecto y con veneración y mucha reverencia y humildad de corazón. Aclaramos que la reverencia no está en sentarse, pararse, arrodillarse o hacer cualquier ceremonia, no la reverencia está en el corazón como lo hicieron este hombre y esta mujer. Mire que Jesús no le dijo a la mujer quédate para que hagas pantomimas para que la gentes te vean y digan que yo tengo poder. El le dijo algo muy importante: hija tu fe te ha hecho salva, ve en paz.

Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente (Marcos 5:35,36).

3. A la mujer le dijo: tu fe te ha salvado, y al hombre le dice: no temas, cree solamente. Esto quiere decir que todo el bien que tu quieras de Dios depende de tu fe y tu credulidad, por que él es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pensamos, según el poder que actúa en nosotros. Si en ti esta actuando el poder, tu no necesitas de publicidad, los pasacalles, los volantes, el internet, la radio y la televisión son innecesarios, si estas buscando el reino de Dios y su justicia primeramente, si está el poder de Dios actuando en ti, todas las bendiciones vienen sobre de ti a granel y no hay quien te las arrebate.

Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.

Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.
Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme.

Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente. Pero él les mandó mucho que nadie lo supiese, y dijo que se le diese de comer (Marcos 5:37-43).

4. Jesús no hizo grande alarde cuando resucitó a esta muchacha, y le dijo a los padres llamen a todo el mundo para que me aplaudan y me den dadivas. La Palabra dice que el les mando mucho que no se lo dijeran a nadie, por que la gloria es del Padre eterno, hacedor de todas las cosas.

Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. (Marcos 6:1-6).

Esto s para los que dicen que los que no son Licenciado en Teología, no pueden predicar y enseñar las Sagradas Escrituras, sin acordarse de que Dios es el que lo da todo. Y la gentes se admiraban de todo lo que hacia y decía.

Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos (Marcos 6:7).

Pero les dio una gran recomendación, que no fueran pretenciosos (verso 10), Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban. (Marcos 6:12-13)

Si Dios te da todo, no sigas la doctrina de Balaám.

Oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes. (Marcos 6:14).

Pídele tu a Jesús que tu nombre se haga notorio, dile que haga de ti una persona usable en sus manos y déjate guiar, y sin tanto esfuerzo serás famoso.

Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer (Marcos 6:30,31).

Tu tienes que informarte siempre con Jesús, para informarle que has hecho y que harás, ¿y como te juntarás con Jesús? Dejando la codicia, la envidia, el amor al dinero y a la fama.

Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. Pero muchos los vieron ir, y le reconocieron; y muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor (al igual que ahora); y comenzó a enseñarles muchas cosas. Mire que Jesús siempre estaba enseñando muchas cosas (Marcos 6 versos 32-34).

En el relato que sigue, Jesús hizo un milagro de provisión, le dio de comer físicamente a mucha gente, hazlo tu también, deja de quererlo todo para ti y los tuyos, deja la mezquindad contigo mismo, por que si compartes con otros el beneficiado eres tu, por que más bienaventurado es dar que recibir (Hechos 20:35).

En seguida hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a Betsaida, en la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; ¿a que fue Jesús al monte?, ¿sería a perder el tiempo jugando o viendo jugar o jugando? (Marcos 6:45,46).

Terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret, y arribaron a la orilla. Y saliendo ellos de la barca, en seguida la gente le conoció. Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba. Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos. (Marcos 6:53-56).

Capitulo 7.

Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que nadie lo supiese; pero no pudo esconderse. (Marcos 7:24). Casi siempre, cuando Jesús llegaba a alguna parte lo hacia a escondidas, para esquivar que lo elogiaran, contrario a los que hoy dicen ser sus discípulos, a estos les gusta, y exigen que se les aplauda con pitos, bombos, sin discernir que todo esto es pasajero; , a Jesús lo descubría la gente donde quiera que se metiese o estaba, por que Dios lo trajo acá para eso, para tener fama; a los magos nadie les indicó el camino, para venir a rendirle pleitesía, vinieron guiados por Dios a través de una estrella. Sí Dios te llamó y te escogió para ser su instrumento, no te afanes por que la fama siempre irá tras de ti, no trates de alcanzarla, déjala que llegue a ti, y la tendrás por siempre, si la cuidas, por que si no la cuidas se esfuma.

En este dialogo podemos ver algo extraordinario, que a muchos que se dicen ser cristianos les falta. Esta mujer era extranjera e inconversa y viene ante Jesús, con humildad y respeto, le hacen reverencia, y todo por la salud mental de su hija; más Jesús, parecería que la rechazó, pero ¡no! Él estaba probando su fe. Entonces le dijo: por esta palabra, ve, el demonio ha salido de tu hija (versos 24-30).

Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis. Y le trajeron un sordo y tartamudo, y le rogaron que le pusiera la mano encima. Y tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua; y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto. Al momento fueron abiertos sus oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba bien. (Y les mandó que fuesen a buscar a todo el pueblo para que le aplaudiesen). Y les mandó que no lo dijesen a nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban. Y en gran manera se maravillaban, diciendo: bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar. (Marcos 7:31-37).

Jesús tenía compasión de la gente, y según tú, eres imitador del buen Jesús. No dejes que la gente se desmalle por tu culpa, se fiel. (Marcos 8:2).

Vinieron entonces los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole señal del cielo, para tentarle (Marcos 8:11).

Recuerda jamás cometas el grave error de dejarte tentar por que te puede costar muy caro, todo lo que tienes, no es tuyo, es de tu Amo y Señor. Jesús nos manda que nos guardemos de hacer lo que hacen los fariseos, ósea, no hacer o correr juntamente con los inconversos (verso 15).

Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que caminan (andan). Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. Y lo envió a su casa, diciendo: entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea (Marcos 8:22-26).

Tres cosas importantes que debemos notar aquí:

1. Sacó al ciego fuera de la aldea para que no lo viera nadie.

2. Le prohibió entrar en la aldea para evitar confusión.

3. No le digas a nadie, por que yo no ando buscando fama, vine a buscar las almas perdidas.

Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo. Pero él les mandó que no dijesen esto de él a ninguno. (Marcos 8:27-30).

Siempre Jesús estaba recalcando a todos: déjense de alarde, y de propaganda conmigo. (27:30).

Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! Porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.(Marcos 8:31-38).

0bservemos bien varios puntos que debemos seguir si queremos que nuestra vida espiritual sea eficaz, para darle honra, gloria y alabanza a nuestro Señor.

1. Jesús donde quiera que estaba siempre enseñaba o estaba predicándole a los discípulos, a los fariseos, a los escribas, a los sacerdotes, y a gente en general, por que esta era su misión. La misión nuestra, es también enseñar y predicar el evangelio a toda criatura, sin distinción alguna.

2. Jesús no quiere que seamos piedra de tropiezo, hay muchos de nosotros que no ponemos la mira en las cosas de Dios si no en las de los hombres, y con esta actitud malévola, somos piedra de tropiezo.

3. Jesús mira a la gente y mira a sus discípulos principalmente y los llama diciéndoles: si alguno quiere venir detrás de mi, tiene que negarse a si mismo, es decir: dejar de pensar en el dinero, la fama y en otras muchas cosas mas en que no debo de pensar, ni hacer, porque así no puedo tomar la cruz y seguir al maestro.

Marcos 9:2, Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos, Y guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de los muertos. Versos 9, 10.

Jesucristo entra hoy a las congregaciones y encuentra solo una algarabía de los que tratan de sanar a un enfermo o echar fuera a un demonio; aquí vemos que el diablo se hace el sordo, o que no siente poder, autoridad y fuerza, y por ello los discípulos tienen que hacer un gran esfuerzo sin ningún resultado versos 14 – 29.

Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron. El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.

Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno (Marcos 9:14-29).

Jesús hizo un solo ayuno, pero eficaz y para Dios, un ayuno con poder, autoridad y fuerza, la prueba de ello fue en que pudo resistir al Diablo, sin ningún titubeo, porque su carne estaba quebrantada, y su alma, su espíritu y su cuerpo estaban santificados de verdad; tu como obispo, anciano o evangelista, también tienes y debes de estar santificado por completo, para que el Diablo y sus demonios, no te avergüencen como paso con los discípulos, que el demonio se burlo de ellos por no estar llenos del verdadero poder del Espíritu Santo; estar lleno del poder del Espíritu, no es hacer piruetas, o pantomimas, es estar llenos por dentro y por fuera, es tener una plena comunión con Dios, y que nuestro corazón esta diáfano y puro.

El que tú hables en jerigonza, y efectúes sanidades y milagros, no quiere decir que estés lleno porque si estas vendiendo las cosas que son de Dios estas lleno, pero del poder del Diablo, por que la palabra dice: ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? (Santiago 4:4-5).

Jesús, no hacia nada, sino se lo consultaba al Padre, primero en oración.

Habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiese. Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; pero después de muerto, resucitará al tercer día. (Marcos 9:30,31).

Jesús siempre andaba esquivando a las gentes, él no quería que supiesen por donde andaba y siempre estaba enseñando y predicando el reino de Dios.

Dios, un precioso día me llamó y me escogió para predicar y enseñar su Palabra gratuitamente, por que lo que es de Dios, ni se vende, ni se compra; Jesús dice: de gracia recibisteis, dad de gracia; el apóstol Pablo nos dice en 1 Corintios 9:18: ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio. Pues, yo estoy dando de gracia, por que estoy recibiendo de gracia, pero un mal día, alguien que no quería que predicara, ni enseñara el evangelio, me prohibió rotundamente que lo hiciera, disque por que yo era una rueda suelta, pero suelta del hombre y sus artimañas, por que yo no estoy en contra de Jesucristo y su maravillosa doctrina, por ello no he desparramado y Dios esta conmigo como Poderoso Gigante; Dios me provee mi sustento en todo, le doy muchas, muchísimas gracias por que a los inconversos Dios les toca el corazón, él es quien pone el querer como el hacer, por su buena voluntad, a que colaboren voluntariamente con el Ministerio de Literatura.

Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía (Marcos 9:38-41).

¡Que gran gozo el de Jesús! ¡Oh que bien! Ustedes si que me aman, prohibiéndole a la gente que divulgue mi evangelio, haciendo grandes cosas en mí nombre, ¿acaso no han podido captar que este hombre y todo aquel que haga algo en mi nombre, no está contra nosotros? Además que separados de mi nadie puede hacer toda estas cosas, por que conmigo no recoge, desparrama. Así que, no se lo prohibáis.

Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía. Lo que quiere decir que Jesús, siempre estaba aprovechando bien el tiempo; ojalá lo hagan así sus seguidores, que se dicen ser sus siervos (Marcos 10:1).

Preste atención como fue que llegó diciendo, y que quería este joven, cuando vio a Jesús. Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros (Marcos 10:17-31).

Hay varios puntos que debemos tener muy en cuenta este dialogo, entre este hombre y Jesús.

1. El hombre llega corriendo, e hincada las rodillas en tierra, al parecer llegó en una forma reverente y humilde, pero no era así, por que su corazón estaba lleno de avaricia.

2. Con raspaduras y muletillas creyó ganarse la atención de Jesús, y le dice: maestro bueno, Jesús le contesta: ¿Por qué me dices bueno? Si el único bueno es Dios, y con muletillas y pantomimas no se gana la vida eterna, mucho menos con avaricia y codicia.

3. Jesús, para probarlo y descubrir ante todos lo que había en su corazón le pregunta: ¿sabes los mandamientos?, y él emocionado, le cuenta: maestro todo esto lo he guardado desde mi juventud. Pero, así como este hombre, habremos muchos, que creemos que nos vamos a ganar la vida eterna con la fama y el dinero.

4. Jesús, como sabían quien era, le miró con tristeza y le amó por su ignorancia. Hoy ignorantemente muchos de nosotros hemos sido arrastrados por el dominio de la codicia, de envidia y avaricia.

5. Jesús le dijo: una cosa te falta todavía, que compartas con los paupérrimos, por que, aun que dices guardar la ley, y los mandamientos, eres un mezquino contigo mismo; si quieres en verdad ser mi discípulo, tienes que despojarte de todo, limpiar tu sucio corazón, y poner la mira en las cosas del cielo.

6. Jesús, al igual que a este hombre, nos aconseja para que tengamos tesoros en el cielo. La Escritura dice que si somos discípulos de Jesús, debemos andar como él anduvo, por que el que imita, trata de todos los medios hacer las cosas a la perfección al igual que el maestro.

7. Jesús, no quiere que tú, te aflijas y que te entristezcas por las cosas del mundo que jamás te ayudaran a alcanzar la vida eterna, Jesús quiere que tomes tu cruz con alegría y le sigas fielmente como lo hicieron los primeros, que no les importó dejar todo, por tener una vida eterna al lado de su Maestro. ¿Para que lucha infructuosamente por hacerte rico y tener fama, si lo más precioso de ti está en peligro?

Jesús le dijo y dice a sus discípulos ¡cuan difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas y confían en ellas! Por que dice Jesús: es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de Dios.

Jesús un día te llamó para ser salvo, tú y toda tu familia, para que fueras a predicar y a enseñarles a las gentes su evangelio.

Los primeros discípulos le dijeron a Jesús: he aquí nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, así que, ¿qué es lo que vamos a tener con seguirte a ti? Respondió Jesús y dijo: de cierto os digo que no hay ninguno que halla dejado las cosas del mundo por seguirme a mi, por defender mi causa y la del evangelio que no reciba cien veces más ahora en este tiempo, así que si le sirves al dueño de todas las cosas, desinteresadamente, con fundamento, no pensando en el dinero y la fama, el te recompensará también en el otro siglo con la vida eterna; recuerda que si tu en verdad eres discípulo de Jesús, por lo que en verdad te debes preocupar, es por que tu nombre este escrito en el cielo, y cuídate de que siendo ahora primero, por andar pendiente al dinero y la fama vengas a ser postrero y desechado por Dios.

Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Marcos 10:42-45).

Recuerda que Jesús te llamó para servirle a la gente, no para que las gentes te sirvan a ti. Jesús te dio de gracia, para que tú des de gracia; lo mismo es el que tiene cinco títulos universitarios, como el que es analfabeta, por que el reino de Dios no consiste en palabras, si no en poder, tú tienes capacidad intelectual, pero el analfabeta tiene capacidad espiritual.

Amados predicadores de la Santa Palabra, en el nombre de Jesús les recordamos que hay una era antigua y una nueva era que comienza al nacer el Salvador del mundo. En la antigua era, todos los hombres de Dios tenían oro, plata y grandes posesiones; Dios hacía pacto con ellos y les mostraba como obtener grandes riquezas materiales y económicas; a Abraham le dijo: toda la tierra que alcances a mirar con tus ojos será tuya. A Josué le dijo: todo lo que pisaré la plata de tu pie será tuyo; a Jacob le mostró como ganarle al tío; a David lo saco de en medio de las ovejas para hacerlo rey; Salomón le pidió sabiduría y ciencia y Dios le añadió riquezas y toda clase de bienes.

Pero con Jesucristo de Nazaret, ya no es así, por que ahora hay que dejarlo todo. Pedro y Andrés tenían una empresa pesquera, Juan y Jacobo, también tenían su empresa pesquera y cuando Jesús les dijo que ahora serían pescadores de hombres; ellos lo dejaron todo y se fueron detrás de Jesús.

Un archimillonario, que según era ladrón, opresor del pueblo, un buen día Jesús tuvo compasión de él y le dio la salvación, y este gozoso y muy contento le dijo a Jesús: maestro por amor a ti, todo lo que he robado lo devolveré cuadruplicado y lo demás se lo doy a los pobres. Leví tenía su buen empleo público; Pablo tenía gran cabida en la alta arcunia de Roma, era docto de la ley, discípulo de Gamaliel y cuando Jesús lo estrelló de su arrogante orgullo, titulo, dinero y fama, todo esto lo tuvo por basura, por amor a Cristo. Bernabé repartió sus bienes para las necesidades de los verdaderos cristianos; Apolos, Silas, Cornelio y todos los que quieran ir detrás de Jesús tienen que despojarse de las ambiciones y codicias del mundo.

Ojala y no nos pase como a la pareja que Pedro sentenció a muerte, por que en vano será nuestro afán.

Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando (Marcos 10:46). Cuando yo vendo o compro las cosas de Dios soy un ciego que estoy a la orilla del camino del reino de Dios, mendigando, por que si le hubiera creído a Dios no haría negocios con las cosas de Dios, si no que buscaría primeramente con ahincó su reino y su justicia, para que todo lo que deseo me sea añadido.

Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! (Marcos 10:47,48). Así como ayer, hoy también hay muchos que reprenden e insultan a los que quieren un favor de Jesús ¿Cómo le reprenden y le insultan? Pues cobrando por lo que no es de ellos. Menos mal que Bartimeo insistió y se hizo oír de Jesús.

Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús (Marcos 10:49,50). Jesús oye y ve tu necesidad cuando le crees solamente a él y no al dinero y a la fama, tienes que arrojar esa capa que te esta haciendo mucho daño.

Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista (Marcos 10:51). Para no estar dando tumbos detrás del dinero y la fama. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino (Marcos 10:52).

Jesús no le dijo a este hombre: estas sano, si no, tu fe te ha salvado; Jesús vino a buscar y a salvar lo que se había perdido, no ha buscar fama. ¡Que gozo y alegría le dio a Jesús cuando entró al templo y vio aquella gran cantidad de sin vergüenzas! En una forma descarada, haciendo negocios, comprando y vendiendo como ahora (Marcos 11:15).

Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas…

Cuídate de que Jesús no te eche del templo, por estar haciendo negocio con palabras fingidas, diciéndole a la congregación: fanática, que los negocios son para la obra de Dios; que el Señor reprenda al demonio que hay en ti, por que la obra de Dios no necesita de plata o dinero de paseos, conciertos, asados, o bonos engañosos, por que Dios es el dueño del oro y la plata; no seas perezoso dobla rodillas.

Y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina. Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad (Marcos 11:16-19).

Jesús aquí en la tierra no era vanaglorioso, ni se enaltecía por lo que hacia, él siempre le daba la gloria, la honra y la alabanza al Padre; observe bien la trampa del diablo, para que usted no caiga en ella:

Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos? Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César. Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él (por que no calló en la trampa) (Marcos 12:14-17).

Agregamos ciertos pasajes que al parecer no tienen relación con el tema que estamos tratando, pero mire bien, que si se relacionan, por que hablan del dinero y de otras cosas, que debemos tener en cuenta:

Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento (Marcos 12:41-44).

Los apóstoles se interesaban mucho por lo que Jesús decía respecto a cada acontecer.

Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir:

→ Mirad que nadie os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. Más cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.

→ Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será → salvo.

→Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. Más ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!

→ Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. Y si el Señor no hubiese → acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis.

Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, → si fuese posible, aun a los escogidos. Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes. (Marcos 13:3-23).

Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? → Buena obra me ha hecho. Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que → ésta ha hecho, para memoria de ella (Marcos 14:6-9).

Cuando hacemos algo desinteresadamente por Cristo. Él nos premia, nos enaltece, nos ensalza y nos da fama y dinero sin que estemos afanados por ello, a esta mujer le dio el gran privilegio de ser recordada por siempre; deja ya de estarte afanando por la prosperidad económica, mira como le dijo Jesús a estos codiciosos, mentirosos: siempre tendréis pobres con vosotros, lo que quiere decir, que no todos serán prosperados económicamente.

Cuando nosotros nos dedicamos a buscar fama y dinero estamos haciendo como Pedro, le estamos negando con nuestras malas ambiciones y acciones malas.

Cuando hubieron cantado el himno (no una diabólica champeta, ni un diabólico vallenato), salieron al monte de los Olivos. Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo (Marcos 14:26-31).

Ruega para que tu ambición al dinero y a la fama no te avergüencen y tengas que salir corriendo como este joven:

Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y le prendieron; mas él, dejando la sábana, huyó desnudo (Marcos 14:51,52).

Concluimos este gran recorrido con un preciso testimonio de un verdadero evangelista que le creyó al Dios de Abraham.

En el primer libro de Samuel capitulo 2:1-9 dice: Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, Mi poder se exalta en Jehová; Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, Por cuanto me alegré en tu salvación. No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro. No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y a él toca el pesar las acciones. Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los débiles se ciñeron de poder. Los saciados se alquilaron por pan, Y los hambrientos dejaron de tener hambre; Hasta la estéril ha dado a luz siete, Y la que tenía muchos hijos languidece. Jehová mata, y él da vida; El hace descender al Seol, y hace subir. Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece. El levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él afirmó sobre ellas el mundo. Él guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.

Un joven, amigo mío, vivía en el barrio “las cruces” en Bogotá, y buscaba a Dios sin interés personal y con mucha eficacia, pensando solamente en llegar a ser una autentico predicador de la Palabra de Dios. Y ese Dios que escudriña la mente y el corazón del hombre, un precioso día lo saco del polvo, lo exaltó del muladar y lo hizo que se sentara con príncipes de su pueblo.

Un día estaba el hermano esperando el bus urbano para ir al centro a predicar en cualquier parque de la ciudad, al subirse al bus un varón lo invitó asentarse a su lado, al sentarse le preguntó - ¿usted es cristiano? - Si señor voy al centro a predicar en cualquier parque –, el varón le dijo – le invito para que el jueves valla a predicar a la congregación donde me reúno, me espera a las 6:30 de la tarde en el mismo sitio donde estaba esperando el bus. El varón se despidió de mi hermano y le dijo – vea que no me falle el jueves – y se bajó del bus -. El hermano comenzó a orar para que el buen Espíritu Santo le diera un mensaje de poder y se lo dio en 1 Timoteo 6:3 – 10, textualmente.

El jueves por la noche se presentó el varón que había invitado a mi hermano en un automóvil, con una dama y dos niños – súbase hermano – y le llevaron al barrio El Chicó, tremendo templo lujoso y cantidades de carros finos, mi hermano se apenó un poco por que iba mal trajeado, pero el amigo inseparable lo animó a seguir adelante y le dijo – no temas que yo estoy contigo y no te desampararé mientras me seas fiel y cabal. El varón se bajó del carro y le invitó a pasar, le presentó a la congregación y estos a una voz le dieron la bienvenida y esto por que su Dios estaba con él como poderoso gigante.

Le dieron el pulpito y comenzó la Palabra, a redargüir y a la mitad del mensaje comenzó el Espíritu Santo a hacer la obra en todos estos hermanos que no habían conocido la verdad, ni el Hijo les había hecho libres, todos se postraron de rodillas clamando a gran voz, y el Señor tuvo misericordia de ellos.

Cuando el culto culmino las hermanas y hermanos se regocijaron con i hermano y le daban gracias a Dios por haberles enviado a este legitimo atalaya, que les mostró la verdad escueta.

Toda la congregación invitó a mi hermano a que siguiera enseñándoles, sin miedo, ni tapujos; siguió yendo todos los jueves y una de estas noches el varón que le fue a llevar a su casa insistió en conocer donde vivía, y fue, y vio la forma paupérrima en que vivía, pero no le dijo nada y se despidió de él, le dijo – hermano, órele al Señor por una bendición - y se fue. Ese otro día reunió a la iglesia y les contó la forma como vivía el siervo de Dios y convinieron en darle una pequeña sorpresita. Rentaron un camión, lo llenaron con todos los enceres y utensilios que se necesitan en un hogar, le dieron la dirección al conductor y este llevó hasta la “chocita” donde mi hermano vivía, todo este pedido, el hermano tuvo que prestarle espacio a los vecinos para guardar parte de los trastos, mi hermano lloró de gozo y alegría, fue a darle las gracias a los hermanos por esta extraordinaria, gran bendición material.

Los hermanos le invitaron para que fuera a dar la enseñanza a la escuela dominical y así lo hizo, entonces predicaba los jueves y los domingos enseñaba y en uno de estos domingos, su amo y Señor le volvió a sorprender:

Después de la escuela dominical un grupo de damas le tenía otra súper bendición material, le dijeron – siervo de Dios, hemos tenido el sentir de de nuestra parte, que le entreguemos este documento y estas llaves, el Señor le regala un apartamento, para que se venga a vivir acá al barrio El Chicó; y aquí tiene la suma de dinero para que rente un camión y se mude hoy mismo, sin titubear, por que es su patrón quien se lo ordena; y a partir de hoy usted es el predicador y maestro oficial de esta iglesia, y a donde el Espíritu lo mande disfrute con amplitud todas sus bendiciones -.

En estos momentos, Dios que no miente había sacado del polvo a mi hermano y le había exaltado del muladar y lo ponía a sentarse con los príncipes de su pueblo; mi hermano no estaba buscando dinero, ni fama, pero Dios que mira la rectitud de sus verdaderos hijos, les premia con muchas bondades y a pesar de que mi hermano fue famoso y adquirió dinero, nunca se infló como un vacio globo. Una vez lo mando el Espíritu Santo para el chocó y allí lo probó y pasó perfectamente la prueba. Nunca fue exigente, ni pretensioso, ni arrogante, pedante, soberbio, siempre fue humilde, siempre se acordaba de donde lo sacó el Señor. Has tú lo mismo, no te enaltezcas.

Si tú le crees a Dios y le sirves desinteresadamente, fiel y en una forma eficaz, haciendo siempre su voluntad, sin codicia, ni ambición a lo terrenal, Dios, al ver que tú corazón es limpio, puro y diáfano, te sucederá como Salomón, a este Dios se le reveló en sueño y le dijo – por cuanto no pediste la vida de tus enemigos, ahora te daré riquezas y fama-. Salomón lo tuvo todo, más sin embargo se hastió y tuvo todo esto por vanidad y le dijo a Dios – Señor, no me des riqueza, ni pobreza, mantenme del pan necesario, por que siendo rico me apartó de ti, y siendo pobre pueda que robe y blasfeme contra ti -. Con todos los varones que Dios hizo pacto, les añadió mucho más de lo que ellos le pedían, por que la Escritura no miente cuando dice que Él es poderoso para hacer todas las cosas, mucho más abundantemente de lo que pedimos, o entendemos; Dios no es hombre para que se arrepienta. Jesús les dijo a Pedro: cien veces en este tiempo y en el siglo venidero, la vida eterna.

Hoy como ayer, también hay Esaú, Balaam y Simón el mago. A los actuales predicadores de la palabra de Dios, no les interesa, ni les importa lo de arriba, por que son como el puerco, que solo puede mirar lo que está en la tierra, a Esaú, no le importó nada la progenitura y la menospreció, para después estarse lamentando, que aunque lloró amargamente para recuperarla, todo ya fue en vano, por que la cambió por un miserable plato de lentejas.

Balaam, a igual que los adivinos que hay hoy día, se vendió por plata, le interesó más el dinero, que las bendiciones de Dios, y por ello Dios le reprendió drásticamente, a través de una “Burra”, pero no fue la “burra”, fue el Ángel de Jehová quien lo reprendió.

Simón el mago, le ofreció dinero a Pedro, por el don del Espíritu Santo, para luego venderlo como hacen ahora los busca fama y dinero, y por ese gran pecado contra el Espíritu Santo, Pedro les manada que perezcan con su sucio dinero, ojala Dios tenga misericordia de ellos.

jueves, enero 7

Estamos en el mundo pero no somos del mundo

Este es un mensaje para todos aquellos que quieren oír, y poner en práctica la Palabra de Dios, si es que acaso desean entrar en el reino de Dios; prestemos mucha atención a lo que nos dicen las Escrituras:
→ El que es de Dios, las palabras de Dios oye, pero si no oímos las palabras que Dios nos dice, no somos de Dios. ¡Ojo! (Juan 8:47).
→ Recordemos que estamos en el mundo, pero ya no somos del mundo. Por lo tanto ya la tradición mundana y pagana no es para los verdaderos cristianos (Juan 17:19).
→ Si en verdad nacimos de nuevo ya no tenemos por que estar pensando en las cosas triviales del mundo (Juan 3:3,5).
→ Por que ahora somos hijos de Dios, por haber recibido y creído en Jesús (Juan 1:12).
→ Ahora somos unas nuevas criaturas en Cristo y no tenemos por que andar corriendo la carrera juntamente con los del mundo (2 Corintios 5:17).
→ Nuestra mirada tiene que ser siempre hacia arriba, no hacia abajo (como el puerco que vive hociqueando la tierra) (Colosenses 3:1-4).
→Dios busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad, Dios no busca ceremonias, ni ritos vanos. Adorar a Dios es poner su Palabra por obra. Debemos hacer real su Palabra, y vivirla en nuestras vidas (Juan 4:20-24).
→ Amados hermanos y hermanas ya dejemos de andar por el camino espacioso del mundo y entremos por la puerta estrecha y caminemos por el camino angosto hacia el reino de los cielos donde nos espera la vida eterna.
→ Un día conocimos la verdad y la verdad nos hizo libres, y el Hijo nos hizo verdaderamente libres, así que ¿por que queréis seguir siendo esclavos? (Juan 8:32,36).
→ De nosotros depende, nos vamos con Jesucristo a las bodas del Cordero o nos vamos a acompañar a don Sata en el lago de fuego y azufre.
→ Mucho cuidado por que los postreros serán primeros y los primeros postreros (Mateo 13:31; Lucas 19:30).
J51882934
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