miércoles, junio 13

MINISTERIO DE LA IGLESIA


 

MINISTERIO DE LA IGLESIA

1.     DEFINICION
Iglesia puede ser definida como la compañía de los verdaderos y auténticos “cristianos”, según el catecismo de  Nowuel – la Iglesia es la sociedad universal de todos los fieles predestinados por Dios desde la eternidad para la “vida eterna”. La iglesia es “la comunidad viva del viviente Jesús”. La palabra Iglesia para algunos puede significar “un edificio” – para otros conlleva una idea de jerarquía (quien manda en la Iglesia); en tercer lugar aparece el aspecto “confesional”, y finalmente para el Cristiano el sentido bíblico de Iglesia – es el de una comunidad Cristiana.

2.     SIGNIFICADO
Se deriva del término griego que quiere decir llamado fuera. Esta palabra tiene un doble significado:

a. En círculos griegos seculares significa una asamblea pública de aquellos ciudadanos que respondían al llamado del mensajero oficial o heraldo. Así se emplea en Hechos 19:32-39.

b. En la Septuaginta se emplea a menudo para traducir la palabra hebrea qahal  que significa congregación de Israel (1 Reyes 8:14; 1 Crónicas 13:2-4; Salmos 22:22. También en Hechos 7:38 donde se traduce por congregación). El Nuevo Testamento llega a combinar las dos ideas y da el concepto de Iglesia el significado de una democracia - teocrática de los llamados, ósea el pueblo o congregación de los llamados de Dios.

3.     CONSEPTO DE LA IGLESIA
La Iglesia  no es una organización, es un organismo vivo, lo que importa es su vida y no tanto su estructuración. Aun que no se debe ignorar que toda forma de vida muestra un orden maravilloso, esto es la adaptación de sus partes y la coordinación de sus funciones, claro que una Iglesia por bien organizada que esté, si se carece de vida espiritual es una Iglesia “difunta”. La organización no sustituye la vida pero es indispensable para su mejor desarrollo, - por ejemplo: Israel, no fue suficiente la fe y el valor de Moisés, fue necesario una organización (Éxodo 18:13-27; Deuteronomio 1.9-18 y Números 1:4), David en el templo (1 Crónicas 22:2-19), la Iglesia en el Nuevo Testamento (Hechos 6:1-6, 14:23, 1 Corintios 14:40).

4.     CARACTERISTICAS DE LA VERDADERA IGLESIA
La verdadera Iglesia es toda la congregación de personas cristianas dispersas a través del mundo y por ser tales tienen ciertas características que los distinguen:

a. Unidad
Se halla en la vida unida a Cristo que es la cabeza (Gálatas 3:28). La unidad nunca se ha demostrado mediante una organización o uniformidad de prácticas (Efesios 2:15, 16, 21; 4:1-6, 12).


b. Santidad
Es santa, pura y apartada para Dios, se limita a los que están en Cristo y manifiestan el fruto del Espíritu Santo (Efesios 1:1; 4:17, 32; 5:25-27; Filipenses 1:1).

c. Catolicidad o Universalidad
Consiste en que se compone de  todas las naciones, pueblos, razas. Se proclama a Cristo en todas partes y su vida es independiente de lugar o tiempo (Apocalipsis 7.9).

d. Apostolicidad
Por que es fiel a la enseñanza de los Apóstoles, y a la preservación de la integridad de las doctrinas del Nuevo Testamento (Hechos 2:42).

e. Autoridad
Aunque está sujeta a Cristo y al Espíritu Santo, se autoriza a la Iglesia para:

-          Proclamar el evangelio (Mateo 28:19-20).
-          Exponer la verdad (Hechos 15.28).
-          Exhortar, corregir a los errados (Mateo 18:15-18; 1 Corintios 5.4-5)
-          Celebrar las ordenanzas (Hechos 2:41; 1 Corintios 11:17-34)

f. La fe
Los que creyeren, los creyentes, son expresiones sinónimas que se refieren a la Iglesia. En respuesta a la confesión de Pedro, Cristo prometió establecer a su Iglesia. Esta fe se expresa en el bautismo (Hechos 2:44; 4:32; 5:14; 1 Timoteo 4:12; Mateo 16:18; Hechos 2:41; Hechos 8:12-36; 1 Corintios 12:13).

g. Compañerismo
Si cada creyente está verdaderamente unido a Cristo, de igual manera están vitalmente unidos unos con otros.

Su máxima expresión es la Cena del Señor. (Romanos 12.5; 1 Corintios 12:12; Hebreos 10:25).

5.     FUNDACIÓN DE LA IGLESIA
La Iglesia ha sido fundada por Dios mismo, la Trinidad toda interviene explícitamente en la fundación de la iglesia de Cristo.

-          El Padre: Elige, sella y llama sus elegidos para formar la Iglesia (Isaías 45:4).
-          El Hijo (Jesucristo): redime, compra la Iglesia rescatándola de la esclavitud del pecado y de Satanás, al precio de su sangre (Juan 10:11).
-          El Espíritu Santo: regenera y abre la puerta. El Espíritu Santo infunde vida, movimiento y unidad en la verdadera Iglesia. (Juan 3:3, 5, 8).

6.     FUNDAMENTO DE LA IGLESIA
En 1 Corintios 3:11, Pablo aclara que “nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto”, el cual es Cristo; ¿Pero puesto por quien? Pues por Dios mismo, veamos a Isaías 28:16, por lo tanto, toda la edificación doctrinal de la Iglesia debe basarse en ese fundamento. Los apóstoles fueron testigos personales y aun son testigos insustituibles del Cristo Muerto y Resucitado. Sobre ese fundamento de los apóstoles se levanta todo el edificio de “piedras vivas” que es la Iglesia (1 Pedro 2:5).

7.     ¿CÓMO REPRESENTA CRISTO A SU IGLESIA?
En la Palabra de Dios encontramos varias metáforas utilizadas por Jesucristo, que nos muestran distintas facetas o imágenes de la Iglesia:

a. IGLESIA COMO UNA PLANTA

I. Como un grano de mostaza
Aquí la verdad tiene que ver con el crecimiento de la Iglesia (Mateo 13:31-32).

II. Como un grano de trigo
Aquí se nos habla del desarrollo lento, progresivo y silencioso de la iglesia, así como de los peligros que enfrenta siembra, crecimiento y fruto (Marcos 4:26). Solo el grano que muere dará cosecha (Juan 12:23-28; Romanos 4:10; 8:13-16). Peligro que enfrenta la Iglesia… (Conjunto de buenas semillas). Con el mundo y Satanás. (Mateo 13:24, 30, 36 – 49).

III. Como una vid
Juan 15:1-5; Salmo 80:8-9; Isaías 3:14; 5:1-7; 27: 2, Jeremías 2:21; 12:10; Ezequiel 15:2, Oseas 10:1.

b. LA IGLESIA COMO UN EDIFICIO
“Edificaré mi Iglesia” (Mateo 16:18). Cristo es la “piedra angular”, la “roca”, el “cimiento estable”. Los Apóstoles son los cimientos y los creyentes todas las “piedras vivas” edificadas sobre el fundamento de los apóstoles (1 Corintios 3:9-11; Efesios 2:20, 1 Pedro 2:6-7; Apocalipsis 21:14. En ésta metáfora encontramos cuatro verdades:

I. Cada creyente es como una piedra sacada de la cantera del mundo y labrada antes de ser colocada en el edificio.

II. Cada buen creyente como piedra viva avanza hacia su meta de crecimiento (Efesios 4:16).

III. Cada creyente como piedra personal tiene su configuración (carácter, temperamento, dones, cualidades) que se ajustan a las peculiaridades de las demás piedras, gracias al Divino Arquitecto.

IV. La iglesia es un edificio que protege o cobija a las ovejas. La Iglesia es un templo donde se rinde culto al Dios Viviente. (1 Corintios 13:16,17; 2 Corintios 6:16; Efesios 2:21; 1 Timoteo 3:15; Marcos 17:17; Juan 2:16).

c. LA IGLESIA COMO UN CUERPO
Esta metáfora se encuentra en las epístolas paulinas. La enseñanza de esta metáfora se resume en los aspectos  siguientes:

I. Una unidad viva e indivisible.
II. Una unidad completa en si mismo.
III. Una unidad organizada y en crecimiento.
IV. Una unidad en la diversidad.
V. La iglesia como cuerpo está sometida a su cabeza que es Jesucristo.

d. LA IGLESIA COMO UNA NOVIA O ESPOSA
En el Antiguo Testamento Jehová aparece como el marido de su pueblo Israel (Isaías 54:4-5; 62:5; Ezequiel 16:8; Cantares). En el Nuevo Testamento Cristo aparece como el Esposo de su Iglesia, y el amor de Cristo para su esposa se demuestra en su muerte por ella (2 Corintios 12:2, Efesios 5:25, 26, 32: Apocalipsis 19.7-8; 21:2-9; 22:17; 2 Pedro 2.9; Apocalipsis 20:4-6). Cristo es la cabeza de su Iglesia, y ésta permanece sujeta a Cristo, obedeciendo en todo. Así la unión será perfecta y de ésta unión fluirá toda la pureza y santidad de Él. Esta unión es semejante a la que existe entre el Padre y el Hijo (Juan 17).

e. LA IGLESIA COMO UN REBAÑO
En el Antiguo Testamento Jehová se presenta como Pastor de su pueblo escogido Israel. Es un cuadro lleno de sentido siendo Israel un pueblo con una vocación pastoril. Jesús utiliza esta metáfora en sus enseñanzas y en el evangelio de Juan capitulo 10 encontramos la imagen del Pastor y el rebaño con un sentido más profundo.

Jesús es el Pastor que “llama”, “saca”, y “conoce” a sus ovejas.

Hay que tomar con cuidado esta metáfora para evitar ser desviado del resto de la Palabra de Dios. (Salmo 23; 74:1; 79:13; 80:1; 95.7; Isaías 40:11; Ezequiel 11:7; 9, Mateo 26:31, Lucas 12:32; 1 Pedro 2:25, 5:4; Efesios 4:11).

8.     LOS OBJETIVOS DE LA IGLESIA
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo por medio del cual Dios se expresa al mundo. La Iglesia está en el mundo pero no es del mundo.

¿Qué es lo que se propone Dios al mantener la Iglesia en el mundo? ¿Cuales deberían ser sus actividades? ¿Cuáles son los objetivos que Dios tiene para su Iglesia? Al estudiar la Escritura vemos que la Iglesia está en el mundo para cumplir una santa misión que es:

a. Ministrar a Dios: Rendirle culto, alabanza y adoración (Juan 4:23, Romanos 12:1; Hebreo 13:2).

b. Ministrarse así mismo: alimentar una vida, es la edificación del cuerpo (Efesios 4.11-16, 1 Corintios 12:14; Romanos 12:4-10; Gálatas 6:10; Filipenses 1:6; 1 Tesalonicenses  5:23-24).

c. Ministrar al mundo: Multiplicación de vida y evangelización, fomentar la expansión del Reino  de Dios (Lucas 24:27; Mateo 28:16-20; Marcos 16:15-16; Hechos 1:8).

d. Mantener al alto la verdad del evangelio, es columna o valuarte (1 Timoteo 3:15); la iglesia es:

I. Producto de la verdad (1 Pedro 1:23; Romanos 10:17).
II. Guardián y heraldo de la verdad (Hechos 20:20-27).
III. Intérprete de la verdad (Hechos 8.35).

9.     LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA
Según el Nuevo Testamento la Iglesia es la “congregación de los creyentes” cuya cabeza es Jesucristo. Una verdadera congregación en la Iglesia local implica la unión vital con Cristo, la Cabeza, mediante el nuevo nacimiento y una genuina conversión, “nacer del agua y del Espíritu”. Solo Dios conoce el corazón del hombre y por lo tanto puede haber en la Iglesia local algunos que no son verdaderos conversos, por que les falta “nacer de nuevo”, “nacer del agua y del Espíritu”. (2 Timoteo 2:19, 1 Juan 2:19; Efesios 4:14, 1 Timoteo 4:1, Mateo 13:38).

La Iglesia es un cuerpo espiritual que consta únicamente de los  regenerados por el Espíritu Santo.

a. Relación con la cabeza.
Cristo es la cabeza de la Iglesia (Efesios 1:22; 5:23; Colosenses 1:18, Efesios 4:15; Colosenses 2:19).

-          La idea de cabeza implica que Cristo es el Jefe Supremo, el Señor Soberano, Propietario Absoluto de la Iglesia que es su cuerpo.
-          La Iglesia recibe el suministro de energía espiritual por medio de los diversos dones del Espíritu Santo. La Iglesia es la Plenitud de Cristo (Efesios 1:23). (No es que añada algo a Cristo sino que es la expresión Plena de Cristo.
-          Cristo da vida al cuerpo (Juan 1:4), unidad (Efesios 4:16) y movimiento (Efesios 4:13, 15, 16; Colosenses 2:19).


b. Relación de los miembros entre si.
-          El contacto y enlace por medio de los ministerios ejercidos de acuerdo a los dones.
-          Cada miembro debe mantener su “don vivo y activo”. (2 Timoteo 1:16; Romanos 12:6).
-          Cada miembro debe ejercitar los dones mediante el amor (1 Corintios 12:31; 13:1) y con el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8).
-          Cada miembro debe usar sus dones para adquirir la plenitud de su personalidad espiritual y para bien del cuerpo.

c. Cualidades de los miembros.
-          Es regenerado por el Espíritu Santo, redimido por la sangre de Cristo y salvo de gracia por medio de la fe.
-          Es su costumbre asistir a los cultos (reuniones por amor al Señor), voluntariamente.
-          Es activo, ejercita los dones para provecho común no para “él”.
-          Lee, es lector, estudia, escudriña, es estudiante, medita en la Palabra de Dios.
-          Es una persona que dobla rodillas buscando la comunión con Dios, a través de la oración y el ayuno, “Es la respiración del alma”, o la “gran fuente de energía”, el poder que lo mueve todo.
-          Es un dador alegre, se hace amar de Dios. La espiritualidad y la comunión del miembro se ve en la medida de su generosidad.
-          Es ganador de almas para Cristo, no debe ser perezoso, envidioso, codicioso, avaro; debe poseer la aptitud de los cuatro leprosos en 2 Reyes 7:8-9.

d. ¿Como se obtiene la unión de los miembros?
-          En la Iglesia universal: por medio del nuevo nacimiento (Juan 3:3, Hebreos  11:6).
-          En la iglesia local: por medio del nuevo nacimiento, nacer del agua y el Espíritu (Juan 3:3, 5, 6).
-          Por el bautismo en aguas (Hechos 2:38; 10:47).

10.   AUTORIDADES DE LA IGLESIA
La autoridad conlleva cierta primacía o dominio, sea por derecho de creación o por conquista. También hay otra clase de autoridad, y es aquella que es delegada por una autoridad superior. Es importante y necesario entender esto último por que  la verdadera autoridad de la Iglesia solo la tiene Dios y más concretamente de la siguiente manera:

-          Por la Palabra de Dios, como única forma inapelable.
-          Por Jesucristo, el Hijo de Dios, como único Señor Gobernador.
-          Por el Espíritu Santo, como único principio vital y vicario de Cristo en la Tierra.

a. La Palabra de Dios: es el único e inapelable tribunal en materia de fe y conducta. La Palabra de Dios como autoridad es el mensaje de salvación y determina la doctrina de la Iglesia. Constituye la totalidad de la revelación especial de Dios al ser humano.

b. Jesucristo, el Hijo de Dios, Señor y Rey de la Iglesia por derecho de creación y fundación y por derecho de Matrimonio.

c. El Espíritu Santo es Dios. El único principio vital, vicario de Cristo en la Tierra. Por recepción de un mismo Espíritu hemos sido hechos miembros de un solo cuerpo de Cristo. Cristo es la cabeza vivificante de la Iglesia por su Espíritu.

11.   LA IGLESIA Y EL ESPIRITU SANTO
Encontramos en Génesis 1:2 que el Espíritu Santo participó en la obra de la creación (Job 26:13; 33:4; Salmos 104:30). también la Revelación Divina de la Palabra de Dios, es obra del Espíritu santo. Es una obra en dos sentidos.

-          Inspiró a los hombres para que escribiesen correctamente la Palabra de Dios. (2 Samuel 23:2; Isaías 59: 21; Juan 14:26; Hechos 28:25; 2 Pedro 1:20,21).
-          Ilumina a quien lee la Palabra de Dios (Juan 14:26; 16:13; 1 Corintios 2:10-12). El Espíritu Santo también capacita de una manera especial a las personas para realizar una obra particular (Éxodo 31:15; Números 27:16; Jueces 6.34, 1 Samuel 16:13).

a. El Espíritu Santo y los dones
La ignorancia acerca de los dones del Espíritu Santo puede ser la causa principal del retraso de la Iglesia de hoy (1 Corintios 12:1).

¿Qué es un don espiritual? Es un atributo especial que el Espíritu Santo da a cada miembro del cuerpo de Cristo; según la gracia de Dios para usarlo dentro del contexto del cuerpo, no para él como algo exclusivo, por que es pecado.

¿Quién tiene los dones espirituales? ¡No todo el mundo tiene dones espirituales!... los infieles no los tienen, pero todo cristiano que se ha entregado a Jesucristo, y verdaderamente es miembro de su cuerpo, tiene uno o varios dones.

¿Qué debemos hacer con los dones? Descubrirlos, desarrollarlos y usarlos correctamente. Todo cristiano que desea hacer la voluntad de Dios, necesita descubrir los dones espirituales. “descubrir”, viene antes de “desarrollar”, por que los dones espirituales son recibidos y no conseguidos con esfuerzos (1 Corintios 12:11).

Los dones son recibidos de gracia y como tal proceden de Dios, sin relación con el grado de merito o santificación que halla alcanzado el receptor.

Al descubrirlos, hay que desarrollarlos y usarlos para la gloria de Dios (1 Pedro 4:10, 11) y habrá un crecimiento en la Iglesia como conjunto (Efesios 4:16), igualmente, el cristiano irá madurando (Efesios 4:13-16).

b. Mayordomía de los dones
En 1 Pedro 4:10 se lee claramente que el cristiano es mayordomo de sus dones espirituales, y en el sentido del Nuevo Testamento es una responsabilidad tremenda por que significa que se tiene que rendir cuenta de ellos (1 Corintios 4:2; Mateo 25:14-30). Cada don es un recurso que debemos usar y del cual tendremos que dar cuenta el día del juicio (1 Corintios 3:9-15).

c. Fruto del Espíritu Santo
El termino “fruto” es usado en un sentido figurado (Juan 15 y Gálatas 5). Jesucristo espera que cada uno de nosotros, su pueblo, lleve fruto. En Gálatas 5 se habla del fruto del Espíritu Santo y no debemos confundirlo con los dones del Espíritu Santo. El fruto del Espíritu Santo es el resultado natural y esperado del cristiano.

Es responsabilidad de cada verdadero y autentico cristiano desarrollar el fruto del Espíritu Santo, mientras que los dones espirituales definen lo que el creyente cristiano hace, el fruto del Espíritu ayuda a definir lo que el cristiano es. El Fruto del Espíritu es un requisito para el ejercicio  efectivo de los dones espirituales.

Los dones sin el fruto del Espíritu no valen nada en absoluto (1 Corintios 13).

12.   MINISTERIOS EN LA IGLESIA
La palabra “ministerio” significa servir, por lo tanto es uno que está en el ministerio, es uno que sirve; es servidor o criada, o sea es una persona que está al servicio de otras. El término en el Antiguo Testamento, se usa normalmente con respecto a aquellos que sirven en el templo (Éxodo 24:13; Josue 1:11).

En el Nuevo Testamento se usa el término “diakonos” para referirse también a aquel que es servidor (Filipenses 1:1). Pablo en 1 Corintios 12:4-6 dice: “hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo y hay diversidad de ministerios pero el Señor es el mismo y hay diversidad de operaciones pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el mismo”.

Vemos que el Espíritu Santo es quien imparte los dones, mediante los cuales podemos ejercitar los ministerios o diacohias del Señor.

Siendo Dios, como dice el apóstol, quien como fuente primaria de la vida y de la acción, obra de todo en todos, podemos ver que cualquier ministerio que se ejercita en virtud del don recibido conforme a la medida que el Espíritu distribuye a los miembros de la verdadera Iglesia, deberá glorificar siempre a Dios dador del mismo.

Es importante distinguir entre ministerio y oficio. El primero se ejercita en virtud del don recibido del Espíritu Santo; mientras que el segundo se lleva acabo por una asignación. Ambos, tanto el oficio como el ministerio se pueden hallar en una sola persona, por ejemplo: Felipe era diácono por oficio y evangelista por ministerio (Hechos 6:5, 8:5,26; 21:8). En Efesios 4:11-16 encontramos cinco ministerios y estos han sido dados al cuerpo de Cristo (la Iglesia) para su edificación; veamos brevemente cada uno de estos ministerios:

a. Apóstol
Procede del griego APOSTOLOS del verbo APOSTELLO que significa “enviar” o “despachar” (delegado mensajero). Fue un titulo dado a Cristo (Hebreos 3:1), el apóstol es elegido (Mateo 10:14), es un mandato (Marcos 16:15).

El apóstol debe plantar o fundar iglesias, ningún apóstol se queda como pastor por tiempo definido, tampoco de tiempo completo.

El apóstol debe visitar y animará a las iglesias (Hechos 15:36). Debe llevar una vida de oración y ayuno y de mucha fe (Filipenses 1:4). El apóstol (verdadero) debe usar todos los dones del Espíritu y estar lleno del fruto del Espíritu (2 Corintios 12:12). La persona escogida y llamada al apostolado deberá poseer una buena disposición hacia su labor y en especial tener un claro conocimiento de las bases de su misión. Una buena presentación personal y  una conversación agradable, ser honesto en todo.

b. Profeta
Del hebreo “nabiprofeta” que quiere decir “anunciar” o “proclamar”. Del griego “PROFETES” = vidente. Es el medio por el cual Dios comunica un mensaje. Es recibir directamente la Palabra de Dios y darla a conocer a uno o a muchos (Deuteronomio 18:18). el ministerio es definido (1 Corintios 14:3). El ministerio de profeta es usado para: edificación, conocimiento de verdades bíblicas. Exhortación con amor y razonamiento bíblico. Consolación por medio del Espíritu Santo. La labor del profeta se caracteriza por lo siguiente:

La profecía es orden (1 Corintios 14.29-33). La profecía es razonada (1 Tesalonicenses 5:20,21). El profeta recuerda todo lo que ha dicho (Juan 14:26; 16:13).

Nota.
En la Iglesia de hoy casi no se ejerce la profecía, pues se cree que predicar es profetizar, pero usualmente predicar es enseñar.

El ministerio de la profecía tiene sus requisitos:

Está sujeto al Espíritu Santo (1 Pedro 4:11, Mateo 10:19-22). No depende de la elocuencia o la homiletica (1 Corintios 2:1-5; 4:19,20). Se manifiesta más ampliamente y con verdadero poder en el Antiguo Testamento.

En el Nuevo Testamento se manifestó el día de Pentecostés (Hechos 2:4) “todos hablaron”. (Romanos 12:6). La profecía no es exclusiva de los hombres.

En el Antiguo Testamento se mencionan seis mujeres profetizas: María la hermana de Moisés  (Éxodo 15:20). Débora Gobernadora de Israel y Profetiza entre los jueces (Jueces 4:4), Hulda dio palabra a Josias (2 Reyes 22:14, 2 Crónicas 34:22), Noadías profetiza falsa (Nehemías 6:14), la mujer de Isaías (Isaías 8:3). Ana (Lucas 2:36-38). La Profecía la da Dios a través de un verdadero siervo sin importar su sexo, lo que importa es que el canal receptor esté limpio y puro (1 Corintios 11:5). Pero bajo la autoridad de un líder varón.

c. Evangelista
Del sustantivo griego EVANGELION que significa (buenas nuevas) o noticias, verbo EVANGELIZO que es anunciar o proclamar.

La labor primordial del evangelista es:

-          Revisar las iglesia locales (2 Timoteo 1:6).
-          Soportar aflicciones (2 Timoteo 4:5)
-          Ser un verdadero y auténtico ministro (1:11-13)
-          Enseñar y predicar con eficacia (2 Timoteo 4:2)
-          Cumplir los requisitos (Tito 1:5-11)

El trabajo del evangelista puede darse de dos formas:

-          En masa o congregacional
-           Personal o discipulado

La persona evangelista debe distinguirse siempre por:

-          Vida de oración y ayuno e intersección.
-          Cabal conocimiento de las Escrituras. Estar al tanto de los sucesos mundiales.
-          Testimonio claro, diáfano, e irreprensible.
-          Excelente estado anímico, no enfermizo.
-          Excelente presentación personal.

d. Pastor
Del griego POIMENEAS, pastorear, cuidar, guiar, enseñar. Hay varios términos griegos para denominar a un pastor: HIERATAUMA = sacerdote (1 Pedro 2:9) – CRISMA – unción del Santo (1 Juan 2:20), EPITHESIS, con oficio o comisión (Hechos 1:8). Siempre se habla en plural, por eso en las iglesias hay más de uno.

El ministerio del pastor debe concentrarse en:

-          Conocimiento pleno de su responsabilidad de la Palabra de Dios.
-          Oración, ayuno y acción de fe.
-          Ganar almas para Cristo.
-          Tener un buen testimonio que hable por él.
-          Dinamismo y eficacia en su labor (Juan 10:1-16; Salmo 23).

La autoridad del pastor se manifiesta así:

-          Es el superintendente de la disciplina.
-          Preside todas las reuniones locales de la Iglesia.
-          Ejerce todo el poder ejecutivo congregacional.
-          Debe ser sostenido económicamente por la congregación.
-          Debe siempre buscar la oveja o la “cabra” que falte, no echarlas por que no son de él, son de Jesucristo.

e. Maestro
Del griego RABÍ, maestro, escriba, doctor, AYO – instructor – o guía (Gálatas 3:24).

El ministerio del maestro se limita a lo siguiente:

-          Vida de oración y ayuno.
-          Conocimiento intelectual, bíblico y secular.
-          Testimonio bien claro y abierto.
-          Capacidad de enseñar (Tolerancia, paciencia).
-          Amor a los demás (entender y comprender, dominio propio).
-          Humildad espiritual (indispensable en consejería).
-          Rechazar divisiones (no enfatizar en pequeñeces).
-          Adquirir dominio de si mismo (Santiago 3:1).

El maestro debe ser sostenido por la congregación (Tito 3:13-14).

El ministerio es un servicio para el crecimiento de la Iglesia y para su edificación, mientras que los oficios son para el bien u orden de la misma.

Veamos ahora algo acerca de los oficios:

Los oficios son necesarios dentro del cuerpo de Cristo y por lo tanto, debemos valorarlos como tales. Todo el que sirve en estos deberá responder a Dios por su trabajo u oficio asignado.

A continuación se incluye una breve descripción de los principales oficios que se mencionan en la Escritura, como son el anciano y de diácono.

a. Los Ancianos (Hechos 14:23)
Del griego PRESBYTEROS que significa “principal”, del hebreo ZAQUEN que significa “autoridad”.

Los ancianos son escogidos entre los miembros de la misma congregación (no por voto popular o suerte) y puestos por un tiempo indefinido por siempre. Las principales funciones de los ancianos son (1 Pedro 5:13) apacentar la grey de Dios, orar por los enfermos espiritual y corporal, visitar y discipular los miembros de la congregación. Guardar el orden en medio de la congregación y no permitir argumentos o críticas. Las funciones de los ancianos se desempeñan voluntariamente y no por fuerza, no por ganancia deshonesta sino con ánimo voluntario, dando ejemplo.

Hay dos clases de ancianos: los que se sostienen a sí  mismos y a sus familias y aquellos que son sostenidos por la Iglesia (1 Timoteo 5:17-18).

Para mayor claridad respecto a los requisitos de los ancianos leer Tito 1:5-11, Romanos 12:6-16.

b. El Diácono
Viene del griego DIAKONOS que significa siervo o ministro. En el Nuevo Testamento se usa treinta veces así:

4 veces diácono asistente, 6 veces siervo ayuda, 20 veces ministro auxiliar.

Los deberes actuales del diácono son:

-          Orar para los cultos
-          Dar la bienvenida a los nuevos creyentes.
-          Motivar a los que se han alejado, ¡traerlos con amor¡
-          Ofrendar.
-          Dar el diezmo y las primicias fielmente.
-          Mantener la disciplina de la Iglesia.
-          Mantener un espíritu de unificación.

El ministerio del diácono (niza) se reduce (ahora) a la administración de la Iglesia local, administración de la propiedad (asuntos temporales). Mantenimiento del culto (oración y palabra).

Cuando el diácono es una mujer (1 Timoteo 3:11) debe estar sujeta al varón y ser testimonio en todo su proceder. El diácono debe llenar los requisitos de 1 Timoteo 3:8-13.

13.   LAS ORDENANZAS DE LA IGLESIA
Las ordenanzas o sacramentos operan como símbolos de fe, y expresan nuestra profesión. Ellos sellan nuestra obediencia y dedicación al Señor Jesucristo.

¿Sacramento u ordenanza?...
La palabra sacramento significa en su origen, el juramento de obediencia hasta la muerte que los soldados romanos proferían a sus jefes militares. En este sentido estamos de acuerdo, pero es preferible usar el término ordenanza, por que dichos ritos simbólicos fueron ordenados  e instituidos por el Señor Jesucristo y por el sentido equivocado que el término sacramento ha llagado a adquirir con el correr del tiempo. Solamente el Bautismo y la Cena del Señor deben considerarse como instituidos por el Señor Jesucristo como ritos simbólicos perpetuamente obligatorios en todas las Iglesias de Cristo.

a. El Bautismo
El Nuevo Testamento nos dice: que los que habían creído y se habían arrepentido, eran los que recibían el bautismo (Hechos 2:37-41). Lo cual indica claramente que no nos bautizamos para salvarnos, sino para confesar que somos salvos. Por lo tanto el bautismo no es necesario como remedio de salvación, sino precepto, o sea por que así esta mandado por el Señor Jesucristo (Mateo 28:19). Antes de bautizar a un converso es necesario que tal persona de muestras suficientes  de haber “nacido de nuevo” y de conocer el mensaje fundamental de la salvación. El bautismo de agua es el símbolo de una vida renovada y purificada la cual es realmente producida por el Espíritu Santo, mediante la regeneración, santificación interna.

b. La Cena del Señor
La Cena del Señor es una ordenanza cristiana, ósea un rito simbólico instituido por Jesucristo. Para ser celebrada a perpetuidad por su Iglesia (Lucas 22:19; 1 Corintios 11.24-25). La Cena del Señor era celebrada con regularidad en la Iglesia primitiva. En Hechos 20:7 nos dice el apóstol que el “primer día de la semana”, reunidos los discípulos para partir el pan observaban la Cena del Señor.

¿Quiénes pueden y deben participar en la Cena del Señor?... Todos los miembros de una Iglesia local.

Como nadie puede ser miembro de una Iglesia local sin ser bautizado, se sigue que sólo los legítimamente bautizados pueden ser admitidos a la Mesa del Señor. Los elementos constitutivos de la Cena del Señor, nos recuerda el cuerpo de Cristo, quebrantado y ofrecido por los pecados de la humanidad, y la sangre que fue derramada por la salvación del mundo. Al tomar de la Cena anunciamos la muerte de Jesucristo “hasta que venga”. Esta proclamación implica un auto-examen, y una confesión de pecados, así como el valorar debidamente lo que simboliza, para no practicar indignamente el rito que conmemora la muerte de nuestro Señor Jesucristo, Amo y Señor de toda la raza humana…

Nota:
Lo que es de Dios, ni se vende, ni se compra, porque Jesús dijo: de gracia recibiste, dad de gracia. (Mateo 10:8).