¡ALERTA PARA LOS PADRES!

Queremos compartir algo que es completamente muy importante para toda la raza humana, que ahora nos esta haciendo mucho daño. Hay dos poderes que gobiernan, un poder en negativo, contradictorio al poder positivo, este poder negativo está gobernando en la actualidad y su gobernante se llama diablo, lo dice lo Escritura (1 Jn. 5:19). El diablo es poderoso, por que el Señor Todopoderoso se lo permite. La Palabra dice en el libro de las Lamentaciones Cáp. 3 ver. 37-39: “¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no lo mandó? ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? ¿Por que se lamenta el hombre viviente?, la mente se el hombre en su pecado. Luego entonces, todo lo que esta aconteciendo sobre la faz de la tierra, es por que el Omnipotente Señor Dios, lo está permitiendo, para probarle al hombre que fuera de Él no hay otro Dios, por que el hizo el mundo y su plenitud.

Dios, hizo al hombre a su imagen y semejanza, para que le amara, le respetara, y le adorara solamente a El, pero el hombre ensucio esa imagen obedeciendo le al enemigo, llevándole así la contraria a su hacedor, que lo hizo con todas las cualidades necesarias para hacer el bien. Le dio lo principal que debe tener todo ser humano, sabiduría, ciencia, conocimiento e inteligencia, dominio propio, en cuanto a la paciencia y a la tolerancia, pero se dejó despojar de todo esto, a consecuencia del pecado.

Presten mucha atención a lo que el apóstol Santiago nos enseña respecto a las dos sabidurías:

“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; por que esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Por que donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacifica, amable, benigna llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (Stg. 3:13-18).

A través de los gobernantes y autoridades terrenales; estos dos gobernantes espirituales, ejercen sus mandamientos, leyes, estatutos y preceptos. El gobernante negativo en la actualidad esta dictando decretos y leyes contrarias a las del gobernante positivo, para vengarse del supremo creador, por que hizo al hombre a su imagen y semejanza y a el lo lanzo y lo destituyo del puesto que tenia aya arriba; y la mala suerte nos toco a nosotros, por que este querubín que era bueno acá en la tierra se convirtió en diablo. Y ahora busca por todos los medios como degenerar y acabar con la raza humana, dictando sus absurdas leyes y decretos. Y cono el tiene sabiduría, pero sabiduría diabólica, le a hecho creer a la gente de todo el globo terráqueo que lo que el ordena a los incrédulos es lo bueno y lo que beneficia, es lo que mas conviene. La palabra dice: “en los cuales el dios de este siglo (que es Satanás) segó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Cor. 4:4). Como en estos momentos el (Satanás) es el que tiene las riendas, pues se a dado a la gran tarea de llevarle la contraria en todo al soberano creador de todas las cosas aun de el, que antes era un ángel bueno.

El diablo le a hecho creer que a la mayoría de las personas que Dios es malo, que Dios no tiene amor que Dios es un bárbaro, que Dios es un impío; por que si fuera tan bueno como dicen, no hubiera dictado leyes, mandamientos y decretos tales como: “no rehúses corregir al muchacho; por que si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigaras con vara y librares su alma del seol” (Pr 23:13-14). Aquí Dios manda corregir y castigar, para que el muchacho no se desvié y se pierda, como está sucediendo hoy día que por falta de corrección y castigo, la juventud está perdida en la concupiscencia de la carne, en pasiones desordenadas como son la drogadicción, la prostitución, el alcoholismo, el homosexualismo y el vandalismo en general (esto duele pero el diablo así lo quiere para llevárselos).

Si tú, mi amigo, amas a tu hijo, has como te dice Dios. “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece, mas el que lo ama, desde temprano lo corrige” (Pr.13:24).

Dios te esta diciendo que es desde que está en el seno, no es después que ya crezca, por que árbol torcido no endereza.

Dios es un Dios de orden y disciplina, por esto donde quiera que haya orden y disciplina, todo es bueno, normal y bonito. Cuando en el ejército se aplicaba, cada uno de los soldados tenia respeto, el uno por el otro, el honor se defendía, la buena conducta se luchaba; y se volvía a la vida civil siendo una persona transformada.

En los colegios y escuelas se aplicaba la corrección y la disciplina a través de la “urbanidad”. Cuando un joven terminaba su ciclo de segundaria, ya está transformado en una persona decente, culta, honorable, y presta para servirle a su familia, a la sociedad y servirse a si mismo; por que ya a través de la corrección y la disciplina, pensaba, hablaba y actuaba positivamente (distinto a ahora).

Cuando los padres reprendían, corregían, castigaban y aplicaban la disciplina que Dios manda, los hijos respetaban, amaban, obedecían y les servían a sus padres y a la sociedad entera.

Mire bien como dice Dios respecto a la disciplina y al castigo:

“y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”. (He. 12:5-11).

Luego entonces, la reprensión, la corrección, el azote y la disciplina, son importantes para la formación de un bendito ser humano.

Preste atención a esta expresión: “He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso”. (Job 5:17). “No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga como el padre al hijo a quien quiere”. (Pr. 3:11,12).

Si tú hermano, y amigo, amas a tú hijo y lo quieres, has como dice Dios, no como dice el Diablo; pues el diablo quiere que tú le des rienda suelta a tú preciosa herencia que son los hijos.

El diablo se complace cuando tus retoños están en las calles haciendo toda clase de travesuras, irrespetando a todo el que se le pase por el lado, diciéndoles toda clase de improperios. Dios no conjuga con esto. Dios quiere que los hijos sean bienaventurados, alabados y no menospreciados, bendecidos y no maldecidos.

Al hijo se le mima pero no se le conciente; recuerda, tú eres el padre, y de ti depende su buena formación.

Al hijo, no se le pregunta, se le manda, el hijo no es el que gobierna, el es gobernado.

La necedad esta ligada al corazón del muchacho, mas la vara de la corrección la alejará de él (Pr. 22:15).

Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para destruirlo. (Pr. 19:18).

Dios que es el dueño absoluto de tu hijo, te manda en una forma autoritaria: castígalo mientras hay esperanza, por que después que lo hallas dejado caminar por el camino torcido y ancho, tú lo has destruido, por que así te lo mandó el enemigo.

La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. (Pr. 29:15).

El diablo les dice a los padres que no corrijan, reprendan o azoten a sus hijos, por que se traumatizan, y se vuelven unos enfermos mentales; pero lo que no les dice es que el quiere tenerlos bajo su merced, para hacer de ellos lo que se le venga en gana, y después llevárselos para el infierno.

Amado hermano y amigo, cuide su preciosa herencia, y no deje que caigan en manos del enemigo, por que nuestro padre celestial, no quiere que usted sufra; haga como el le dice y tendrá gozo y alegría con sus hijos, críelos como manda el que lo sabe todo y tendrá tranquilidad y paz en sus corazón.

Los azotes que hieren son medicina para el malo, Y el castigo purifica el corazón. (Pr. 20:30).

El castigo con sabiduría no es maltratar, es rescatar al muchacho de las manos del enemigo; la raza humana de por sí es terca, testaruda, desobediente; mire que el primer ser viviente fue terco, desobediente, y codicioso, por eso calló en pecado, y Dios lo reprendió, lo corrigió y lo castigó duramente; y por su culpa Dios maldijo la tierra, y él perdió todos los privilegios y beneficios que Dios le había dado. Dios le dice luego: “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete”. (Ap. 3:19).

Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres. (2 Sa. 7:14).

Mira bien y no titubees, por que es para bendición y no para maldición como el diablo quiere. Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole (Dt. 8:5,6).

El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre. (Pr.10:1).

El hijo necio es pesadumbre de su padre, Y amargura a la que lo dio a luz. (Pro 17:25).

No valla a confundir inquietud con necedad, por que necio es ser insensato, fatuo, loco y sin fundamento alguno, que no entiende lo bueno; inquieto es ser de animo pronto, el poder de la mucha adrenalina no le deja estar quieto, no es un necio, es un inquieto útil que lo entiende todo y esta presto para ayudar en todo, es servicial.

El necio no oye, ni escucha a nadie, por su insensatez hace lo que se le venga en gana, es desobediente, fastidioso, indeseable; pero esto se debe a la mala criaza que le dieron sus padres, que decían quererlo, y por ello le dejan irse para donde quisiera y que viniera cuando le placiera, o sea, que lo consintieron haciendo le todo un daño y un mal, por que así lo quiso el gobernante negativo.

En cuanto al trabajo, es algo que edifica, construye, dignifica. Dios manda a trabajar; a Dios le abominan los perezosos (flojos, holgazanes, parásitos, sanguijuelas).

Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos (fastidiosos, descarados) a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente (ociosos, holgazanes, sin oficio), no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos (aconsejamos) por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. (2 Ts.3:6-12).

Doy gracias a Dios, y a las benditas personas que me criaron, por que me enseñaron (me instruyeron) a comer de mi propio pan.

Tenía seis años cuando comencé a trabajar, a ganar dinero, y a comer mi propio pan, no estudié, por que en el tiempo de mi infancia y niñez, los hijos de los pobres, la mayoría no iba al colegio. Como ahora que aunque si pueden ir a la escuela, pero los papás no tienen con que sustentarle y a la final no terminan el ciclo escolar.

Hoy día si el niño lo ponen a trabajar dizque se traumatiza, estas son puras mentiras del diablo por que el es padre de las mentiras, por que si el trabajo traumatizara, yo estaría completamente desquiciado; y doy gracias a Dios, que casi, ni dolor de cabeza me da, ni casi se me olvida algo a pesar de mis preciosos 70, estoy completamente cuerdo, fuerte, vigoroso, en cuanto a lo corporal, y en a lo material, el trabajo me ha provisto muchas cosas buenas, y necesarias. Dios bendice a todo el que trabaja, y lo prospera.

Hoy las mayorías de las naciones están empobrecidas, por que eso es lo que el gobernante negativo quiere para que las gentes apelen al dinero fácil, y así les llena el corazón de codicia y de envidia a las personas, que bajo su ignorancia creen que esto es lo bueno, ¡lo bueno si, pero para perdición del alma y del cuerpo!, ¡por que el diablo con su dinero fácil te manda para la cárcel o para el infierno!

La mano negligente (la que no trabaja en nada) empobrece, más la mano de los diligentes (de los que trabajan desde temprana edad) enriquece. El que recoge en el verano es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la ciega es hijo que avergüenza (Pr. 10:4,5). Hoy día los niños y jóvenes no conocen lo más hermoso con que comienza cada día; como es el “alba”, la “aurora”, la incomparable “diana”. Por que amanecen dormidos hasta las diez u once del día, y amanecen sin oxigeno y sin fuerzas; en mi niñez, los padres nos levantaban a las tres o cuatro de la madrugada, y ya nos estaban esperando con la bendición en las manos, una suculenta y nutritiva totuma de leche con espuma (o sea, leche caliente terminada de ordeñar), y enseguida a hacer oficio de toda naturaleza, el oficio entretiene y no deja pensar en lo malo por eso no había casi malhechores ni tiranos, mucho menos necesitados, por que todos en la casa (hogar) trabajaban y nadie decía ser nada de nadie. La mayoría de la raza humana está engañada por el gobernante negativo, aun los que se dicen ser cristianos, el gobernante negativo le ha hecho creer a todos los que no conocen sus estrategias, que reprender, corregir y castigar, a los hijos no es justo, que los padres así no quieren a sus hijos, pero esto es para que el niño se crié malcriado y sea un bastardo, grosero, callejero, pendenciero, adicto a todo mal vicio, y en lo general un verdadero corrompido, con pasiones desenfrenadas y odiado y desechado por la sociedad.

Amado hermano y amigo abre bien los ojos y los oídos, despiértate y cáptale las artimañas del enemigo de Dios y enemigo de la raza humana; por favor no escuches más sus mandatos, oye la voz de tu buen Creador que quiere siempre lo mejor para ti y tus amados hijos (si es que acaso los amas), y si los amas entonces empieza ya a reprenderlos, a corregirlos, y a castigarlos, pero en una forma sabia, sin ira, para que no los maltrates. También enséñales a ganarse su propio pan y veras la diferencia en sus seres y en tu hogar. Que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; por que el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, si no a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, si no a Dios que también nos dio su Espíritu Santo. Pero del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, por que vosotros mismos habéis aprendido de Dios, que os améis unos a otros; y también lo hacéis a si como todos los hermanos que están por toda macedonia. Pero os rogamos hermanos, que abundéis en ello más y más; y que procuréis tener tranquilidad y ocuparos en vuestros negocios, y trabajad con vuestras manos de la manera que os hemos mandado a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera y no tengáis necesidad de nada (1 Ts. 4:6-12).

Que éste estudio sea de bendición para todos y que la bendición del Padre, la protección de la sangre de su Hijo Jesucristo y la Unción del Espíritu Santo sea sobre cada persona que obedezca este mandato.

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