jueves, diciembre 25

EL HABLAR EN LENGUAS

Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra. Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de nuestro señor Jesús (2Pedro1.1, 2).

Amados hermanos, en este estudio queremos compartir con ustedes algo que tiene confundida a la iglesia actual y es el de las lenguas y la lengua. Dice la Sagrada Escritura. Pues Dios no es Dios de confusión, si no de paz como en todas las iglesias de los santos (1Corintios14:33). También en los versos 39, 40, así que hermanos procurad, profetizar y no impidáis el hablar lenguas pero hágase decentemente y con orden miremos bien y descifremos los contenidos de lo que el apóstol Lucas nos quiere enseñar aquí en el libro de hechos de los apóstoles.

Vamos a pedirle al bendito Espíritu Santo, que nos ayude a interpretar correctamente la Sagrada Escritura preste mucha atención como es que nos dice el pasaje capitulo 2 verso 1 en adelante hasta el 13, cuando llego el día de pentecostés estaban unánimes juntos. No estaban descarriados como ovejas sin pastor, (como ahora), que cada uno está por su lado, sin saber a donde ir, ni que hacer; porque se apartaron de la guía principal, para seguir al hombre, y esto está afectando en gran manera el evangelio de Jesucristo, pues están como en los tiempos de los Corinto (3:1-7), y como no había división, sino que estaban conforme al mandato del “Maestro”, unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados (perdiendo el tiempo y discutiendo, por la soberanía de territorio), se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Dice otras lenguas, o sea otros idiomas, pero mire bien como sigue el relato. Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en sus propias lenguas o (en su propio idioma) y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, Medos, Elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Pánfila, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto Judíos como Prosélitos, Cretenses y Árabes, les oímos hablar las maravillas de Dios y estaban todos perplejos atónitos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? Más otros burlándose decían: están llenos de mosto (demonios):

Aquí se estaba dando cumplimiento a la profecía del profeta Joel capitulo (2:28- 32). Hablaban en otros idiomas no en lengua extraña.

Ahora hay ciertas denominaciones que están cometiendo un gravísimo error, que incomoda mucho al bendito Espíritu Santo, ya que el hombre lo está suplantando; porque los dones solo los da el Espíritu Santo, a quien el quiera, y cuando quiera. Los dones son sagrados y hay que respetarlos, estos no son juguetes, que uno puede manipular cuando se le antoje; ¡No! El Espíritu Santo nos usa como un canal, como un instrumento, pero un instrumento limpio sin iniquidad, porque somos vasos donde El deposita su fuerza, su unción, para actuar a través nuestro.

El don de lenguas no lo tienen todos los miembros de la congregación, ni se aprende, porque este es un regalo de Dios, para glorificar su nombre, no para hacer alarde de santidad, ni para hacer pantomimas, porque el Diablo también habla en lenguas, profetiza, hace sanidades, mírelo en el evangelio según San Mateo 7:21-23. Con la ayuda del Espíritu Santo, me he dedicado a inquirir con diligencia, estudiando y escudriñando los evangelios, para indagar si Jesús, y sus discípulos hablaban en lenguas, pero no lo he podido hallar en ningún pasaje. Pero sí encontré en el evangelio según san Marcos 1:8 que dice: Juan, yo a la verdad los he bautizado con agua; pero Él (Jesús) os bautizará con el Espíritu Santo; luego, no se por qué ciertos predicadores de la Palabra, se atreven a decir que si el creyente no habla en (jeringonza) lengua, no está bautizado por el Espíritu Santo; mire como dice Juan el Bautista en (Mateo 3:8) yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mi, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Cuando alguien recibe a Jesús, y cree en Él, inmediatamente es bautizado con el Espíritu de Cristo y sellados (Ef. 1.13; 2 Co.1.22; Ef. 4.30; Gal. 3.26, 27; Ro. 6.1-14).

También el Espíritu Santo inmediatamente comienza a morar (vivir) en el que recibe y cree en Jesucristo. Hay uno de los discípulos que hizo mayores cosas que Jesús, sin embargo, no hablaba en lengua, pero sí hablaba en otras lenguas (idiomas), según el Espíritu le daba que hablasen, mas encontramos más adelante, a un hombre que fue escogido y llamado por Jesucristo; este si habla y menciona lengua extraña en sus epístolas. No solo habla de la lengua si no también de los nueve (9) dones Espirituales, los cinco dones ministeriales y los sociales y de servicio.

En 1 Corintios 12, preste mucha atención al leer lo que el Espíritu le dice a través del apóstol Pablo; pida ayuda de lo alto. No quiero hermanos, que ignoréis a cerca de los dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, s os extraviaba llevándoos, como se os lleva a los ídolos mudos. Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús, nadie puede llamar a Jesús Señor, si no por el Espíritu Santo.

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.

En ningún momento se nos dice que es el hombre el que da los dones, ni tampoco se nos dice que el hombre puede enseñar estos dones, que solo se reciben del Espíritu Santo y del “espíritu del diablo”.
Cuando una persona se arrepiente y se convierte a Cristo, puede recibir como regalo de Dios, (1) uno o varios dones del Espíritu Santo, estos dones son irrevocables (Ro. 11.29), por ello aunque estemos en pecado el don sigue funcionando (operando en nosotros). Miremos como nos dice Mateo 7.20-23; Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Preste atención e interprete bien la Palabra de Dios, que es muy clara y concisa e inconfundible.

Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?... Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

También mire Lucas 13.22-30.

Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho, pero no para provecho personal, como hacen algunos que venden los dones (por dinero o por dadivas egoístas). ¡No! El provecho debe y tiene que ser para todo el cuerpo, y no para un solo miembro.

Por que a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría, a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades; luego entonces, el que tiene este don siempre debe recordar y tener en cuenta que Jesús, hacia el favor completo, o sea, sanaba el alma, el espíritu, y el cuerpo; pero no cobraba, los dones no se compran, ni se venden, miremos que le dijo Pedro a Simon (el mago).

Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: (como ahora) Este es el gran poder de Dios. Y le estaban atentos, (como ahora que le creen a cualquier charlatán), porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo (como hoy día). Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la Palabra de Dios, Note está expresión “Samaria había recibido”, ellos recibieron la Palabra de Dios y la creyeron, no lo hicieron por emoción como Simon, y como lo hacen muchos hoy en día, “ojo esto es peligroso”. Enviaron allá a Pedro y a Juan; que no hablaban en lengua, pero si hablaban en otras lenguas (idiomas); los cuales habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.

Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. (“Pedro lleno de codicia, por la prosperidad económica, se lo vendió”). Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. Ojala, y los que venden los dones y tienen codicia por el dinero, se arrepientan de su pecado para que no les toque pasar lo mismo que Simón. (Hch. 8.9-23).

A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus;(este don ojala lo tuvieran todos los cristianos, principalmente los pastores, para que no se dejen engañar del diablo, como lo esta haciendo ahora en todas las congregaciones donde no tienen este don) a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero mire bien como dice: Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Por que así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él quiso.

Preste mucha atención, que cada miembro tiene su función distinta, pero todos actúan para el mismo cuerpo; así los miembros del cuerpo de Cristo, cada uno tiene una función distinta, pero cada uno lo hace para Cristo, no para su bien propio. Por que si todos fueran un solo miembro, ¿Dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

Hoy día cada uno busca el bien propio, nadie se preocupa por los demás; y si algún miembro lo hiere el enemigo, los demás, la mayoría lo terminan de matar, por que ellos no son pecadores (1 Jn.1.5-10).

Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, que son los que van por todas partes fundando nuevas congregaciones, pero la fundan para Cristo, no para el hombre en particular; luego profetas, que son los escogidos por Dios para dar los mensajes para el crecimiento del cuerpo de Cristo; lo tercero maestros, para enseñar la bendita y Santa Palabra de Dios; luego los que hacen milagros, para el crecimiento y edificación del cuerpo de Cristo (la iglesia).

Después los que sanan, hacen sanidades para que los incrédulos vean la gloria del Dios viviente; los que ayudan, a que la iglesia tenga un buen testimonio; los que administran, para que todo esté en orden en la iglesia; los que tienen don de lenguas. Preste mucha atención y entienda, no interprete a su manera. Aquí no dice que todos hablan en lenguas, si no que unos cuantos tenían el don. Mire como se hace la interrogación, ¿son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Interpretan todos? Procurad, pues, los dones mejores. Más yo os muestro un camino aun más excelente, o sea, que debemos buscar los dones que edifiquen toda la congregación, dones que glorifiquen el nombre de nuestro Padre Celestial.

Capitulo 14 – mire como comienza el relato diciendo: seguid el amor, y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. Por que el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. Si es que acaso en verdad los habla, por que de pronto es una “jerigonza” de su propio invento. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación, está glorificando a Dios.

Pero El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Un beneficio para todos. Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación (provecho).

Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? ¿Cierto que no hay provecho para los demás? Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? Pues debe tener una melodía definida.

Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. (A los que hablan solos se les dicen locos).
Tantas clase de idiomas hay, seguramente, en el mundo y ninguno de ellos carece de significado.

Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí (mejor dicho dos mundos hablando por señas).

Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla; y si no mejor es que calle en la iglesia, porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. Por que si no se interpretar, ni yo mismo se nada de lo que hablo.

¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho (no te entendió ni jota). Por que tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.

Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida. Pablo demuestra con esto que él no hacía alarde, ni pantomimas, para que dijeran que era santo, ¡No! la santidad se demuestra con el testimonio personal, la palabra dice: “deja que los labios de otros te alaben, y no los tuyos mismos. (2 Co.10.12, 18. dejemos de ser niños en el evangelio, creyendo que por que hablamos en “jeringonza” ya tenemos alitas; más bien, creemos que vamos, a impresionar a todos los que están en la congregación, sin acordarnos o inquirir, que hay un don de discernimiento, que nos puede descubrir la patraña, y el diablo nos avergüenza, y quedamos por farsantes. ¡Cuídate mucho!

Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, si no sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. En la ley ésta escrito: en otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.

Así que si no oyen al Señor ¿para que vaya yo a estar hablando en lengua que yo mismo desconozca? Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, si no a los incrédulos, pero la profecía, no a los incrédulos, si no a los creyentes. Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Hoy no se pueden medio arrodillar, cuando ya están hablando en “jeringonza” y haciendo toda clase de pantomimas.

Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro adora a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros. No confunda las cosas de Dios, aquí dice que si todos profetizan, las personas oyen claramente lo que le están diciendo, y así, entiende y se arrepiente y se convierte, y recibe a Jesucristo. Escudriñe muy bien esto, e interprete correctamente lo que el escritor sagrado quiere expresar.

¿Qué hay pues hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmos, tiene doctrina, tiene lenguas, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos y a los más tres y por turnos, y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para si mismo y para Dios. No haga alarde de santidad, por que con la lengua extraña no se impresiona, tu testimonio es el que cuenta en tu andar espiritual, por que el diablo también habla en lenguas, y hace milagros y sanidades.

Así mismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Esto quiere decir que estamos muy lejos del cumplimiento de la Bendita y Santa Palabra; ya que ahora se han inventado ministerios, y quehaceres que no corresponden a ellas. ¡Alabado sea Adonay! que todo lo hizo muy bien hecho, y a cada quien lo puso en su sitio; tenemos que hacer y decir conforme esta escrito en las Sagradas Escrituras, y dejar eso de que el Señor me dijo, o el Señor me mostró; cuidado con esto, por que si no concuerda con lo que está escrito, esto es de tú mente o del diablo, para confundirte. ¡Pide sabiduría de lo Alto! Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado? Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. Más el que ignora, ignore. Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden.

Si en verdad tienes el don, debes, y tienes que hablar, no balbucear como un “loro” que repite siempre lo mismo.

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.

J51882934

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