jueves, diciembre 25

EL LÍDER CRISTIANO

Es indiscutible el papel de fundamental importancia desempeñado por el liderazgo espiritual en relación con el progreso del evangelio y el crecimiento de la iglesia en los tiempos iniciales del testimonio cristiano narrados en el Nuevo Testamento (de paso, afirmamos que la palabra liderazgo corresponde a un concepto plenamente escritural según los términos empleados en el Nuevo Testamento y traducidos por vocablos como guía, director, dirigente, líder, el que tiene dotes de gobierno).

Miremos en el libro de Tito varios aspectos y cualidades de un autentico líder espiritual.

1. Una persona que toma el rango de un siervo (1:1). Es la primera y quizá la más fundamental de todas las afirmaciones acerca del liderazgo en esta porción…

2. Una persona que asume la misión especifica que Dios le ha dado (1:1-3). Pablo habla en su saludo inicial de “la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro salvador”.

3. Una persona que se dedica a formar a otros como lideres y siervos (1:5). Pablo se dedicaba a formar a otros mediante un discipulado personal en el transcurso de su labor como apóstol. Ahora encomienda la misma labor a Tito. Su colaborador no ha de limitarse a hacer toda la labor de pastoreo y de enseñanza el mismo, sino que ha de empeñarse en formar equipo, entrenar a otros y compartir responsabilidades.

4. Una persona que da ejemplo de una vida integra e irreprensible (1:6y7). Es decir, no es puesto a ningún tipo de denuncia o acusación por causa de una conducta irregular. Las personas a quienes va formando para posiciones de responsabilidad. El verdadero líder cristiano ha de ser ejemplar en su comportamiento tanto en las distintas facetas de su vida como específicamente en la realización de su ministerio. (2:7; 1 P. 5:2 y 3; Jn. 10:4; 1 P. 2:21).

5. Una persona que s e esfuerza por mantener una vida familiar positiva (1:6). Se enfatiza igualmente la importancia de una conducta ejemplar en la esfera familiar.
Tito ha de exigir del futuro anciano (o líder) una fidelidad en su relación con su hogar (1 Ti. 3:4 y 5).

6. Una persona que sabe relacionarse positivamente con otros (1:7 y 8). El apóstol da gran importancia el comportamiento social del líder verdaderamente cristiano.

Hay en primer lugar una serie de rasgos temperamentales que descalifican para el ejercicio del liderazgo.

El primero de la lista es la soberbia, la tendencia a ser altivo y obstinado, cerrado al diálogo y convencido siempre de tener razón.

Luego se menciona la ira, la falta de dominio propio y de estabilidad emocional que hace frecuentemente la tendencia a perder los estribos.

7. Una persona que conoce bien y transmite a otro la Palabra de Dios. (1:9). Pablo cierra su lista de exigencias para el liderazgo cristiano con un énfasis característico sobre el lugar de la enseñanza escritural en la iglesia local (2 Ti. 1:13 y 14). La preocupación constante casi obsesiva que sentía el apóstol Pablo por asegurar la preserva de un liderazgo espiritual maduro y capacitado en las iglesias locales formadas por medio de su ministerio (Hch. 14:21-23).

8. El líder sabio no está llamado a levantar contienda, polémica o conflicto, sino a todo lo contrario: está llamado a cicatrizar allí donde hay heridas, está llamado a reconciliar allí donde hay separación, está llamado a curar allí donde hay dolor y llamado a pacificar allí donde hay tensión.

“Leer hace al líder un hombre completo, no un neófito, el hablar bien un hombre preparado, el escribir con anhelo un hombre exacto”. Francis Bacon


J158 82934

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